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Esta es la mejor alternativa al azúcar que existe (de momento)

Entre cucharada y cucharada de azúcar añadimos unas calorías de más a la dieta que se pueden sustituir por los edulcorantes como la sacarina o la estevia.

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Esta es la mejor alternativa al azúcar que existe (de momento)
Cuerpo equilibrado

Uno de los grandes culpables de la epidemia de obesidad que actualmente estamos sufriendo en todo el mundo es el azúcar, que consumimos casi sin darnos cuenta en muchos alimentos procesados o ultra procesados. Como no siempre es necesario a la hora de endulzar, contamos con otras opciones algo más sanas como la miel, y otros que apenas aportan calorías, como son los edulcorantes.

Azúcar y obesidad

De acuerdo con el Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, “la ingesta de azúcares libres, entre ellos los contenidos en productos como las bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo. Si los gobiernos gravan productos como las bebidas azucaradas pueden evitar el sufrimiento de muchas personas y salvar vidas. Además, se reduciría el gasto sanitario y aumentarían los ingresos fiscales, que se podrían invertir en los servicios de salud”.

Por tanto, si ya consumimos suficientes azúcares provenientes de los alimentos, qué mejor que endulzarnos de otra manera, a través de los edulcorantes.

¿Qué son los edulcorantes?

Se le llama edulcorante a cualquier sustancia, natural o artificial, que edulcora, es decir, que sirve para dotar de sabor dulce a un alimento o producto que de otra forma tiene sabor amargo o desagradable. Dentro de los edulcorantes encontramos los de alto valor calórico, como el azúcar o la miel por mencionar algunos, y los de bajo valor calórico, que se emplean como sustitutos del azúcar.

Como todo, siempre es bueno si son consumidos con mesura. Lejos de los rumores que les otorgaban peligrosos efectos secundarios por parte de estudios poco fiables, los edulcorantes son una buena opción si no queremos añadir calorías extra a nuestra alimentación. Las investigaciones más recientes han confirmado que las concentraciones de edulcorantes habituales en la dieta no son suficientes como para hacernos daño.

Este año precisamente se cumplen 130 años del descubrimiento de la sacarina, el primer edulcorante que no tiene calorías. Podemos encontrar los naturales, como la estevia y la sucralosa, y los artificiales. La estevia es un extracto de la planta del mismo nombre y no aporta calorías, por lo que se considera un suplemento dietético. La sucralosa, en cambio, es un derivado de la sacarosa y puede ser hasta 600 veces más dulce que el propio azúcar.

Los edulcorantes artificales

Sacarina: uno de los edulcorantes sintéticos más antiguos. Se usa en todo tipo de bebidas, lácteos, dulces y otros alimentos. El uso de la sacarina estuvo prohibido en algunos países como Canadá, que finalmente lo legalizó en 2014.

Aspartamo: es un edulcorante no calórico descubierto en 1965 por la multinacional farmacéutica G. D. Searle and Company. Se deriva de dos aminoácidos: el ácido aspártico y la fenilalanina. Es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar y puede usarse como edulcorante de mesa o en postres congelados, gelatinas, bebidas y en goma de mascar.

Sorbitol: es un polialcohol o alcohol polihidrico de azúcar. Se encuentra en cantidades apreciables en las algas rojas y, junto a la fructosa, la glucosa y la sacarosa, en frutos como las peras, las manzanas, las cerezas y los melocotones o duraznos. Suele usarse preferentemente en caramelos o chicles, y aporta muy pocas calorías.

Ciclamato: la ingesta establecida en la Unión Europea es de 7 mg de ciclamato por kilogramo, aunque algunos organismos internacionales como el de la OMS/FAO la ha situado en los 11 mg/kg. Su absorción es bastante limitada, y lo poco que se absorbe se elimina inalterado con la orina.

Acesulfamo: su sabor es muy similar al del azúcar. No se metaboliza en el organismo, es decir, no se acumula y se excreta por los riñones.