Entre las muchísimas actividades que podemos practicar en el agua, el buceo es una de las opciones más bellas y apasionantes. Al buceo tradicional (sin aparatos de respiración) se le llama sencillamente buceo, aunque a su modalidad deportiva se le llama apnea o buceo libre. Al buceo practicado en cuevas o galerías inundadas de minas se le llama espeleobuceo y al buceo en lagos de montaña buceo de altura.

La mayoría de modalidades recurren a aparatos de respiración para poder hacer la inmersión debajo del agua. El sistema más usado es el de la escafandra autónoma (un regulador alimentado por una o más botellas de aire comprimido). La tecnología del regulador permite reducir la alta presión de una reserva de aire comprimido a la presión del agua que rodea al buceador, de modo que éste pueda respirar con normalidad y con independencia de cables y tubos de suministro de aire desde la superficie.

Los inventores de los reguladores utilizados todavía actualmente en el buceo autónomo, tanto profesional como recreativo, fueron los franceses Jacques-Yves Cousteau y Emile Gagnan en 1943. Pese a haber otro tipo de reguladores, estos son los que más se usan.

¿Qué necesito para bucear?

Una actividad tan entretenida necesita unos cuántos accesorios para llevarlo a cabo. Para el buceo en apnea, necesitarás un equipo básico que consta de máscara o visor (para poder ver correctamente bajo el agua), el tubo respirador o esnórquel, que es un tubo de plástico medianamente flexible con forma de bastón que permite respirar en superficie con la cara bajo el agua, el imprescindible traje de buceo que nos protege frente a la hipotermia, los escarpines, las aletas y un cinturón donde se sujeta el lastre.

Para el buceo autónomo, necesitarás una botella (recipiente de acero o aluminio que contienen el aire o gas respirable) para poder respirar, y que tiene capacidades desde los 5 hasta los 18 litros, un chaleco hidrostático que sujeta la botella a la espalda, un regulador de la presión del aire de la botella, un cinturón de lastre y por último, y para controlar el tiempo y la profundidad, un reloj, un profundímetro y un manómetro. También nos podemos servir de otros elementos accesorios, como una linterna, una brújula o una boya inflable, un pequeño globo cilíndrico con un cabo, que se puede inflar con el aire comprimido de la botella para marcar una posición en superficie.

¿Por dónde empiezo si soy principiante?

El bautizo: es la mejor manera de descubrir si esta actividad es para ti. Te permite probar este liberalizador y relajante deporte, sin tener que preocuparte por el alquiler del equipo de buceo y únicamente con el conocimiento teórico imprescindible. El submarinismo es un deporte adecuado para personas de todas las edades a partir de los 10 años, por lo que el bautismo de buceo es apto para niños. Se puede disfrutar individualmente, en familia, con amigos o con tu pareja.

¿Y si quiero algo más profesional?

PADI: PADI son las siglas de la Professional Association of Diving Instructors o, en español, Asociación Profesional de Instructores de Buceo. La asociación fue fundada por John Cronin y Ralph Erickson en el año 1966. PADI es la principal escuela de buceo a nivel mundial tanto en relevancia como en número de afiliados. Pero PADI también da nombre a toda una serie de cursos de buceo que acreditan el nivel de la persona. Estos van desde los primeros niveles de aprendizaje (cursos como “Scuba Diver” u “Open Water Diver”) hasta los más avanzados (por ejemplo, “Máster Scuba Diver”). PADI ofrece tal variedad de cursos, que a veces puede ser complicado decidirse por el más adecuado. Si no tienes ningún título de buceo, entonces la elección es fácil, debes hacer el Open Water Diver. Si por el contrario ya tienes esta licencia, te habrás dado cuenta de que tienes un amplio abánico de cursos para elegir, aunque nuestra recomendación es hacer el curso avanzado (Advanced Open Water).