El problema de la obesidad tiene un difícil abordaje. Recientemente, la OCDE publicó un informe en el que se hacía eco de que 1 de cada 5 adultos y 1 de cada 6 niños ya padecen obesidad o sobrepeso, y pone el foco en la prevención desde la escuela. Asimismo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren cerca de 2,8 millones de personas a nivel mundial a causa de la obesidad y el sobrepeso; ya que si bien hace unos años se consideraba que esta enfermedad afectaba sobre todo a países desarrollados, en la actualidad también es muy prevalente en países de bajos ingresos económicos.

Además, se trata de un problema que va en aumento: según datos de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO), esta enfermedad, que ya a afecta a uno de cada cuatro españoles, casi doblará su prevalencia en España en los próximos 20 años, de tal modo que se espera un incremento de 5 a 9 puntos en este periodo.

Por todo ello, es necesario hacerse eco de los estudios que nos indican cómo podemos abordar este problema desde una alimentación sana. Según un estudio de la Universidad de Washington que se publicó en la revista Food Chemistry en 2014, una manzana verde al día podría ser un arma eficaz contra la obesidad.

Los compuestos no digeribles en las manzanas (específicamente, las manzanas Granny Smith o verdes) pueden ayudar a prevenir trastornos asociados con la obesidad, concluyeron los científicos. "Sabemos que, en general, las manzanas son una buena fuente de estos compuestos no digeribles, pero hay diferencias en las variedades", según los investigadores. "Los resultados de este estudio ayudarán a los consumidores a discriminar entre las variedades de manzana que pueden ayudar en la lucha contra la obesidad".

Asimismo, el estudio mostró que las manzanas Granny Smith o verdes superan a Braeburn, Fuji, Gala, Golden Delicious, McIntosh y Red Delicious en la cantidad de compuestos no digeribles que contienen.

"Sabemos que, en general, las manzanas son una buena fuente de estos compuestos no digeribles, pero hay diferencias en las variedades", dijo la científica alimentaria Giuliana Noratto, investigadora principal del estudio. "Los resultados de este estudio ayudarán a los consumidores a discriminar entre las variedades de manzana que pueden ayudar en la lucha contra la obesidad".

Este descubrimiento podría ayudar a prevenir algunos de los trastornos asociados con la obesidad como la inflamación crónica de bajo grado que puede conducir a la diabetes. El equilibrio de las comunidades bacterianas en el colon de las personas obesas está alterado. Esto da lugar a subproductos microbianos que conducen a la inflamación y afectan los trastornos metabólicos asociados con la obesidad, puntualizó Noratto. "Lo que determina el equilibrio de las bacterias en nuestro colon es el alimento que consumimos", a lo que añadió que “reestablecer un equilibrio saludable de las bacterias en el colon estabiliza los procesos metabólicos que influyen en la inflamación y la sensación de saciedad”.