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El 90% de los cánceres cutáneos son carcinomas

La radiación UVB es la responsable de las quemaduras solares, del daño del ADN celular que puede producir mutaciones potencialmente cancerígenas y de la síntesis de vitamina D.

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El 90% de los cánceres cutáneos son carcinomas
vanguardia.com.mx

Según se señala en el informe “El cáncer en el País Vasco”, editado por el departamento de Salud del Gobierno Vasco, las tasas de incidencia y mortalidad del melanoma cutáneo (uno de los dos principales tipos de cáncer de piel) han seguido un patrón ascendente en ambos sexos entre 1986 y 2006 (años que abarca el estudio), siendo el incremento de la incidencia mayor en los hombres (5,2%) que en las mujeres (3,8%). Las tasas de mortalidad han aumentado, significativamente, en los hombres un promedio de un 2,8% anual en todo el periodo (0,8 en 1986 a 1,5 en 2008), por el contrario, en las mujeres no se ha producido ningún cambio significativo.

Con motivo de la celebración, el 13 de junio, del Día Europeo del Cáncer de Piel, la doctora Ana Sánchez, dermatóloga de IMQ, recuerda que los dos principales tipos de cáncer de piel son los carcinomas y los melanomas. Los carcinomas “son frecuentísimos, aproximadamente el 90% de todos los cánceres cutáneos. Afortunadamente son poco agresivos y raras veces producen metástasis. Tienen una clara relación con la exposición solar crónica, es decir, con la exposición al sol en el día a día y por ello aparecen en zonas de la piel que están habitualmente expuestas, como la cara y el dorso de las manos”.

Por otro lado, los melanomas “son más agresivos, pero afortunadamente no son tan frecuentes, aunque su incidencia está aumentando en los últimos años. Tienen relación con las quemaduras solares en la infancia y juventud”.

Debido a que estos dos distintos patrones de exposición al sol favorecen la aparición de los distintos tumores, “es muy importante tener en cuenta que las personas ‘no tomamos el sol’ sino que el ‘sol nos toma a nosotros’. Esto quiere decir, que no debemos tener la idea de protegernos del sol el día que vamos a la playa a tumbarnos en la toalla, sino que siempre que estemos expuestos al sol, ya sea en la playa, en el monte, haciendo deporte al aire libre o dando un paseo por la ciudad, debemos tener la precaución de protegernos”, recalca la dermatóloga de IMQ.

La protección solar se puede conseguir evitando la exposición y “huyendo” hacia la sombra, o con gorras, viseras, ropas o cremas fotoprotectoras (filtros solares). Nuestra relación con el sol “debe de estar marcada por el sentido común; tenemos que intentar aprovechar sus beneficios, sin abusar, para evitar sus efectos dañinos”.

Tipos de radiación

El sol emite radiación de muy distintos espectros y con variados efectos biológicos sobre la piel. Los efectos de esta radiación solar son muy variados, algunos son muy beneficiosos para el ser humano y otros potencialmente dañinos. “Además, la radiación solar tiene un efecto euforizante que nos ayuda a mejorar el estado de ánimo”. Las franjas de radiación con más efectos cutáneos son la radiación ultravioleta A (UVA) y la radiación ultravioleta B (UVB).

“La radiación UVB es la responsable de las quemaduras solares, del daño del ADN celular que puede producir mutaciones potencialmente cancerígenas y de la síntesis de vitamina D”, explica la experta de IMQ.

Por otro lado, la radiación UVA “es la responsable del bronceado, del fotoenvejecimiento (arrugas y manchas solares). También es un potente antiinflamatorio que nos ayuda a combatir muchas enfermedades cutáneas”.

La intensidad de la radiación que llega a la tierra depende mucho de la hora del día, así, en las horas centrales (de 12:00 a 16:00 h) el sol incide más perpendicularmente a la superficie terrestre y por lo tanto, “llega menos filtrado por la atmósfera”, haciendo que su radiación sea más intensa; “es el momento del día en el que es más fácil quemarnos y tenemos que ser más estrictos en la fotoprotección”.