El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) ha confirmado la sanción de tres años sin competir para el surfista portugués Vasco Ribeiro, tras rechazar un control antidoping en abril de 2022. La sanción, que empezó a contar desde julio de 2023, descalifica todos los resultados obtenidos por Ribeiro desde la fecha del rechazo.

La controversia comenzó la noche del 17 de abril de 2022, cuando un oficial de control antidoping se presentó sin previo aviso en casa de Ribeiro para recolectar una muestra de orina, como parte del programa de control antidoping fuera de competencia de la Asociación Internacional de Surf (ISA). Ribeiro, sintiéndose presionado y temeroso de dar positivo, rechazó someterse al test. Según las normas antidoping de la ISA, rechazar un control conlleva una sanción máxima de cuatro años.

En su defensa, Ribeiro argumentó que la noche anterior había estado de fiesta y consumido alcohol, marihuana y cocaína, lo que, combinado con una situación personal estresante, le generó ansiedad e influyó en su decisión de rechazar la prueba. Afirmó además no estar plenamente consciente de las consecuencias de su negativa y que había recibido malos consejos por parte de su entrenador.

El TAD, sin embargo, no aceptó la defensa de Ribeiro en su totalidad. Determinó que el surfista fue debidamente informado sobre las graves consecuencias de su negativa por el oficial de control antidoping, y que el mal asesoramiento de su entrenador no justificaba su rechazo a la prueba. Sin embargo, la corte reconoció cierta falta de educación de Ribeiro sobre el proceso, reduciendo la sanción máxima de cuatro a tres años.

El surfista también admitió que buscó y recibió tratamiento para su uso de cocaína en septiembre de 2022, lo que mostró un intento de rehabilitación. Sin embargo, esta admisión llegó demasiado tarde para evitar la severa sanción impuesta.

Este caso subraya la gravedad de rechazar un control antidoping, en comparación con dar positivo por sustancias prohibidas fuera de competición. Según las normas de la ISA, si Ribeiro hubiera tomado la prueba y dado positivo, podría haber enfrentado una sanción de tres meses.

El impacto de esta sanción es significativo para Ribeiro, quien se había consolidado como una figura clave en el equipo nacional de surf de Portugal y estuvo a punto de clasificar para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Con la confirmación de esta sanción, Ribeiro verá truncada su carrera deportiva durante los próximos años, perdiéndose competiciones cruciales y oportunidades de destacar en el ámbito internacional.

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