Una pareja en luna de miel, abandonada por el grupo de snorkel
La pareja de California, que estaba en Hawái de viaje tras su boda, ha puesto una denuncia contra la compañía por abandonarles. Tuvieron que volver nadando.
El snorkel, una actividad que parece inofensiva, puede convertirse también en extrema. Básicamente porque transcurre en el mar y por lo tanto se ve afectada por las condiciones de este, la fauna que en él habita e incluso por las otras personas con las que a menudo se comparte baño. Que se lo digan a la pareja de California que estaba de luna de miel en Hawái y que han denunciado a la empresa con la que habían contratado la actividad por "negligencia y angustia emocional".
Según la demanda que han interpuesto ahora, los hechos ocurrieron el 23 de septiembre del 2021 en Hawái. Las víctimas son Elizabeth Webster y su marido, Alexander Burckle. Con experiencia previa en estas actividades, embarcaron junto a otras 44 personas en el puerto de Lahaina a las 10 de la mañana con la compañía de snorkel Sail Maui's Lanai Coast.
En el escrito publicado por los medios hawaianos afirman que el capitán se movió a una primera localización y les avisó de que estarían allí durante más o menos una hora, antes de ir a un segundo emplazamiento. Así, a las 10:50 estaban todos en el agua. La pareja nadó hacia el norte, como les había recomendado el capitán. Cuando intentaron regresar a las 11:50, las condiciones se habían complicado y no avanzaban. Probaron con más fuerza, pero a las 12:20 vieron que la embarcación se había alejado. Hicieron señales de socorro, pero el barco se trasladó definitivamente a la segunda ubicación.
La pareja denuncia que intentaron seguirlo pero las aguas eran más profundas, las condiciones complicadas y entraron en pánico. Temían ahogarse. Así, decidieron que la única opción era regresar a la orilla, a pesar de que les habían dicho que no lo hicieran por la poca profundidad de algunos arrecifes. A la 1 estaban en la playa, deshidratados y fatigados, recibiendo asistencia de un local.
En la denuncia también figura que uno de los pasajeros intentó avisar a la tripulación de que la pareja seguía en el agua pero estos le dijeron que ya habían regresado e hicieron caso omiso de tal aviso; o que hicieron mal el recuento, primero 42 personas y luego 44, fruto de que todo el mundo iba andando por el barco.