Una Itzulia de supervivencia

Por segundo día consecutivo, la principal noticia en la Itzulia fue más allá de lo meramente deportivo. Después de que en la cuarta etapa corredores como Vingegaard, Roglic, Evenepoel, Cras, Vine y Quinn, entre otros, acabaran en el hospital tras un grave accidente, este viernes le tocó a Mikel Landa. El vasco, en la carrera de casa, que tenía que asumir los galones de líder del Soudal tras el adiós de su compañero Remco Evenepoel. En la salida hablaba de “tristeza” por lo sucedido el día anterior, y sin embargo, pocas horas después fue el propio Landa el que tenía que poner rumbo en el hospital tras una caída a 95 km de meta, antes de la ascensión a Urkiola. Rotura de clavícula y otro corredor que tendrá que apurar para llegar al Tour de Francia, carrera en la que en principio debe llegar.

La quinta etapa fue para el francés Romain Gregoire en una reducida volata ante Aular, dejando al Caja Rural a las puertas del que hubiese sido un brillante éxito, como le pasó en Oliva en la pasada Vuelta. Llama la atención que tres ganadores de esta semana (salvo Roglic y Meintjes en la etapa en la que solo seis corredores se jugaron el trunfo) estrenen su palmarés en el World Tour en las carreteras vascas: Paul Lapeira (segundo día), Quinten Hermans (tercero) y Gregoire este viernes. Carlos Rodríguez, en el técnico final, con rotondas, en la llegada a Amorebieta lo intentó en solitario, y llegó hasta la recta de meta, pero el reducido grupo que venía por detrás no dio opción al andaluz, también magullado, pero que al menos va sumando buenas sensaciones.

El día contaba con las ascensiones al citado puerto de Urkiola (1ª), lejos de meta y Muniketagaina (3ª), por partida doble tras pasar previamente por Amorebieta antes del desenlace. Apenas se pudo formar una escapada estable y los ataques se sucedieron, algunos de ellos llamativos como los de Sepp Kuss e Isaac del Toro. El viento, como reconoció después el estadounidense, no ayudó a que se consolidase la intentona. Atapados ambos, se sucedieron los ataques, pero el grupo principal no dio opción y todo quedó reducido a un reducido esprint de una treintena de corredores. Como era de esperar, la Itzulia se decidirá este sábado en la última etapa, con inicio y final en Eibar y siete ascensiones. El plato fuerte llega con Skjelmose como líder, con una renta de dos segundos sobre Schachmann (tras bonificar en meta) y cuatro sobre Juan Ayuso, la baza española. Todo está en un pañuelo, aunque las ausencias son muy destacadas. Una Itzulia especial, la de los 100 años, que por desgracia será recordada por las caídas. En Eibar se conocerá el ganador de 2024.

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