El adiós de Geminiani: “Daría diez años por hacer otro Tour”

Esta semana, a los 99 años de edad, falleció Raphaël Geminiani. Hijo de inmigrantes y nacido en Clermont-Ferrand en 1925, está en la lista de grandes corredores en cuyo palmarés no luce un Tour de Francia, pero sí siete etapas, el mejor escalador (1953) y varios podios en la general (2º en 1951 y 3º en 1958). También subió al podio de La Vuelta (3º en 1955). Fue en los años finales de su carrera, en 1958, pero también logró vestirse con el maillot amarillo. “Era ligero como el aire. Parecía como si no tocara el suelo”, dijo Fausto Coppi, sobre el que fuera su compañero y también gran amigo. De hecho, en un viaje juntos a África los dos contrajeron una enfermedad, la malaria, que poco después le provocaría la muerte a Coppi. Fue en 1960.

Geminiani sobrevivió y después fue uno reputado director deportivo, de los mejores de siempre como Jacques Anquetil, uno de los rivales de su carrera a los que después dirigió, e incluso a Eddy Merckx. Su última aparición pública fue a través de un vídeo en el Tour del pasado año coincidiendo con la ascensión al célebre Puy de Dôme, siendo Geminiani de al lado de la cima volcánica. Completó, como corredor, un total de doce Tours de Francia, pero años después, en su vejez, dejó una frase para el recuerdo y que habla del significado de esta carrera: “Daría diez años de mi vida por hacer otro Tour. Seguro. Si tuviera cien años sería más feliz con diez años menos y un Tour más”. Finalmente llegó a 99 y su última aparición pública fue en un vídeo del Tour del pasado año, coincidiendo con la ascensión al Puy de Dóme, la cima volcánica que tenía prácticamente al lado de casa.

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