Ruben Guerreiro conquista para el Movistar el Saudi Tour
El portugués de 28 años, uno de los tres fichajes del equipo español en 2023, pasa sin problemas la última etapa y gana su primera vuelta por etapas.
El Maraya Concert Hall, el espectacular edificio con fachada de espejos más grande del mundo, refleja el árido paisaje del desierto y reflejó el primer triunfo en una carrera por etapas de Ruben Guerreiro, ciclista del Movistar que supo aguantar sus ocho segundos de renta sobre Davide Formolo (UAE) y nueve con Santiago Buitrago (Bahrain) para coronarse como campeón del Saudi Tour. La quinta etapa, entre AlUla Old Town y Mayara sobre 142 km, se la adjudicó Simone Consonni (Cofidis) al esprint.
Guerreiro fue fichado desde el EF, precisamente, para guerrear. Para apoyar a Enric Mas e intentar rascar unas victorias que faltaron la pasada temporada y por lo que tocó sufrir para no perder la categoría World Tour. Y el portugués de 28 años respondió a las primeras de cambio y fue un guerrillero en la cuarta etapa, la única que finalizó en alto, donde se vistió de líder con un triunfo y demostró unas dotes de escalador que ya había lucido en 2020 cuando ganó en el Giro la etapa de los Abruzos y terminó como rey de la montaña.
El Movistar ha incorporado este año a Guerreiro, al joven Iván Romeo (19) y al curtido esprinter Fernando Gaviria (28), que ya agradeció su ‘rescate’ del UAE en San Juan (Argentina) con un triunfo de etapa hace escasos días.
El equipo español controló sin problemas la etapa, que estuvo marcada por una fuga de seis hombres entre los que figuró Txomin Juaristi (Eukaltel Euskadi) y que fue neutralizada a 3,5 km de meta. Antes, a 35 km, el pelotón tuvo que salvar un tramo de sterrato de 8 km que no rompió el grupo.
Movistar lució en Arabia Saudí, país con el que firmó el año pasado un acuerdo de colaboración con su federación para desarrollar el ciclismo. En busca de un segundo patrocinador potente para poder dar otro salto en cuanto a fichajes en 2024, dejó su sello en escaparate en el que se mueve mucho dinero. Guerreiro, uno de sus fichajes, tuvo la culpa.