Richeze se retira del ciclismo tras un fichaje frustrado de la mano de Cavendish
El argentino se retira del ciclismo profesional en San Juan, ante sus compatriotas. Tenía pensado competir todo este año, pero su acuerdo con Cavendish para firmar por otro equipo no salió adelante.
Maximiliano Richeze (Argentina, 39 años) ha sido uno de los mejores lanzadores de los últimos tiempos, además de todo un doble ganador de etapa en el Giro de Italia. Un orgullo para su país, siendo el único corredor argentino que ha alzado los brazos en la Corsa Rosa. Por tanto, no había mejor escenario para su despedida del ciclismo profesional que ante su gente, familiares y amigos que le siguen de cerca en sus últimos días de competición en la Vuelta a San Juan. “Esta será mi última carrera, está decidido. Una mezcla de emociones, pero había que cerrar este ciclo y la mejor forma de hacerlo era aquí en mi país. Intentaré disfrutar y si se puede y hay piernas, tratar de disputar y retirarme por la puerta grande”, explicó Richeze a AS sobre sus objetivos para el que será su last dance.
Eso sí, no será por falta de condiciones, porque el plan que tenía Max era el de continuar en activo durante toda esta temporada. ¿Por qué se retira aquí entonces? Tal como confiesa Richeze, que en San Juan compite con los colores de su selección, parte de la responsabilidad es de un Mark Cavendish con el que esperaba llegar a un equipo como su lanzador: “Con piernas y cabeza estaba para haber seguido un año más. Hubo unas cosas que no se dieron y que me hicieron tomar esta decisión. Mi idea era continuar con Cavendish, primero en B&B, donde teníamos contrato. Luego se desarmó el equipo y tenía que seguir vinculado a él cuando se fue a Astana. Después eso no se dio”.
Pero ahí no queda la cosa, porque el de Bella Vista no se mordió la lengua a la hora de calificar la manera de actuar del corredor británico y su agente: “Que no pudiera llevarme con él son cosas que se pueden dar, pero creo que el respeto de decirle a la otra persona que eso podía ocurrir era lo mejor. Lo de no responder al teléfono creo que no es de respeto, ni de él ni por parte de su representante. Yo me enteré por la prensa que había firmado él solo (con Astana). Ese no es el problema, sino que no me lo dijera primero. Me decepcionó mucho como persona. Como corredor no puedo decir nada, es un grandísimo campeón y le deseo lo mejor”.
Después de ser un auténtico referente para Argentina sobre la bicicleta durante sus 16 campañas como profesional, ahora Max entrega el relevo a una joven hornada de corredores que, según su análisis, es prometedora: “La nueva generación es buena. Tenemos buenos corredores y esperemos poder sumar más ciclistas en el futuro. Esa es la idea y por eso se está trabajando tanto aquí en la provincia (San Juan). Esperemos sacar más corredores para Europa”. Su carrera, pese a cumplir una sanción por dopaje con anabolizantes en 2009, “fue un sueño hecho realidad”, asegura. El pelotón le echará de menos.