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MTB | MUNDIALES

Van der Poel naufraga tras la polémica y Pidcock se proclama campeón del mundo de MTB

Extraña caída del neerlandés en la vuelta inicial y abandono. El británico, con una remontada antológica, se cuelga el oro. Valero, sin opciones a las primeras de cambio por una zapatilla.

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Tom Pidcock celebra su victoria en los Mundiales de Glasgow en la prueba MTB de XCO.
Tom Pidcock celebra su victoria en los Mundiales de Glasgow en la prueba MTB de XCO.MATTHEW CHILDSREUTERS

Saltos imposibles, de fe, rocas, puentes, troncos, bajadas que ponen los pelos de punta… Pero no fue en ninguno de esos obstáculos donde naufragó Mathieu van der Poel en la carrera XCO de los Mundiales de Glasgow. Incomprensiblemente, erró en el sitio más fácil, en el punto más inesperado. Última curva del circuito, ligeramente en bajada y técnicamente sencilla. Pérdida de tracción en la rueda delantera y al suelo. Cara magullada y rodilla ensangrentada. La historia de los Juegos de Tokio se repetía. Adiós al sueño de convertirse en el primer ciclista de la historia que ganaba tres títulos mundiales diferentes en el mismo año (en 2023 tiene los de ciclocross y carretera). Adiós también, a las primeras de cambio, a la polémica que precedió a la carrera, después de que la UCI se saltase a la torera su propia normativa a 24 horas del inicio para permitir a Van der Poel y otros corredores ganar posiciones en la parrilla de salida pese a no tener puntos UCI en el ranking de MTB. Pese a las protestas de los bikers, nadie se acordará de ello. ¿La razón? Tiene nombre y apellido: Tom Pidcock.

El corredor del Ineos (24 años) se proclamó campeón del mundo de XCO por primera vez en su carrera, alargando así su palmarés multidisciplinar, puesto que el año pasado ya se enfundó el maillot arcoíris en ciclocross. El británico, que también había ganado posiciones en la salida por la polémica decisión de la UCI, remontó desde la zona intermedia de la parrilla, engullendo corredores a cada vuelta con una facilidad pasmosa, para vencer en solitario con una actuación colosal. Capaz de ganar un etapón de montaña en el Tour de Francia, en pleno Alpe d’Huez, de imponerse en el barro o de deslumbrar en MTB, cosa que ya hizo hace dos años cuando se proclamó campeón olímpico en Tokio. No hay nada que se le resista. Sam Gaze, que venía de ganar el título mundial de short track, y el legendario Nino Schurter le acompañaron en un podio por el que no pudo luchar el español David Valero (24º) por culpa de una zapatilla. También malas noticias para otro ilustre como Peter Sagan, que se queda sin plaza olímpica en París 2024 por finalizar en el puesto 63.

Schurter quiso dejar claro desde el comienzo que él era el jefe. Diez títulos de campeón del mundo en XCO le avalan. El suizo hizo la primera selección en el grupo de cabeza, apretando en el sector de subida en la primera vuelta. Jordan Sarrou y Alan Hatherly eran los únicos capaces de aguantarle. Completado el primer giro, decepción española. Valero pasaba por boxes tras haber roto la zapatilla. Adiós al sueño de los metales. Una verdadera lástima, porque a partir de ahí demostró en cada uno de los parciales del circuito que estaba rodando en los mismos tiempos de la cabeza de carrera. Por su parte, Pidcock, que también había ganado tres filas en la parrilla por el ‘invento’ de la UCI, remontaba posiciones como un auténtico avión, por lo que era cuestión de tiempo que enlazase con los ‘capos’. Nino lo sabía…

El recital

Con el británico cerca, Schurter pegó un acelerón. Tenía claro que Pidcock contactaría igualmente, pero se trataba de no ponérselo fácil, de que llegara más fatigado. El plan resultó. El talento multidisciplinar de Leeds llegaba al primer grupo al inicio de la tercera vuelta, momento en el que Schurter volvía a arrancar. Pidcock acusó el esfuerzo y quedó descolgado, rodando en 4ª posición, por momentos, en tierra de nadie. Hubo reagrupamiento y la carrera fue cociéndose a fuego lento. Pura eliminación. Cuarta vuelta, sector de subida, y Sarrou perdía la estela de Schurter, Hatherly y Pidcock. Las medallas tenían dueño. Tocaba decidir el orden.

El segundo ecuador de carrera, después de que pasasen tantas cosas, no tuvo tanta historia porque el bueno de Pidcock se encargó de ello. Tomó el mando de la carrera en la sexta vuelta, cambió el ritmo en la ascensión larga y dejó fuera de combate a Hatherly. Uno menos. Schurter resistía, pero a Tom le sobraba gas para dar y regalar. En ese mismo giro, todo quedó visto para sentencia: enésimo ataque de Pidcock en subida, con una facilidad y ritmo de otra dimensión, y Schurter sacaba bandera blanca. De menos a más, Gaze llegó con una fuerza tremenda para rebasar a Schurter en los compases finales, por lo que el suizo se tuvo que conformar con el primer bronce en su cuenta particular en los Mundiales de XCO, después de diez oros y dos platas. A primeros de octubre, segunda edición de los Mundiales de Gravel. ¿Nos volverá a deleitar allí el polifacético Pidcock? Ojalá.

Otro show de Ferrand-Prevot

Lo esperado. No hubo color. La legendaria Pauline Ferrand-Prevot revalidó su título de campeona mundial en cross country con un nuevo recital, tal como hiciera hace un par de días en la prueba de short track, en la que también se hizo con el arcoíris. Rocío del Alba recuperó su mejor versión, previa a la fractura de clavícula que sufrió hace dos meses, para finalizar en la posición 34ª. Nuria Bosch, la otra ciclista de la Selección en liza, fue 53ª.

Resultados XCO Mundiales de Glasgow

1º Tom Pidcock (Gran Bretaña) - 1h 22:09

2º Sam Gaze (Nueva Zelanda) - a 19″

3º Nino Schurter (Suiza) - 34″

24º David Valero - 3:14