Llega la ‘infernal’ Green Mountain: “Es una subida de supervivencia”
El Tour de Omán se decide en la clásica subida final con Gaudu de líder. Varios corredores analizan el puerto en AS, entre ellos David de la Cruz.


Como es habitual cada año, salvo su primera edición, allá por 2010, la Green Mountain será, este miércoles (9:00, OmanSports TV en Youtube) la que decida el vencedor final del Tour de Omán. Un esfuerzo agónico que se prolonga alrededor de 20 minutos en plena autovía que es, para algunos corredores del pelotón, uno de los puertos presentes actualmente en el calendario ciclista más duro fuera del continente europeo. El francés David Gaudu llega con el maillot rojo de líder a una subida que “nunca” realizó hasta el momento. El vigente campeón, Adam Yates y triunfador el pasado año en la célebre cima omaní, está tan solo a seis segundos. Realmente, los cinco primeros de la general están en 27 segundos. Un pañuelo.
Son en total 5,7 km de 10,5% de pendiente media pero, según varios ciclistas, “es un dato engañoso” ya que hay pequeños descansillos que rebajan ese desnivel. La dureza es mayor, especialmente en la parte final, cuando la meta se ve al fondo, con 13,5%. Desde la cima es posible observar el zigzagueo de los protagonistas prácticamente durante toda la subida. Es una etapa relativamente corta en la que toda la dureza se concentra al final. “Es una subida de supervivencia. Los hombres de la general querrán hacerla fuerte desde el principio y además el calor aprieta, aunque es más llevadero que en otro tipo de carreras por esta zona del planeta (Arabia, Emiratos Árabes…) porque aquí se mueve el aire”, destaca Rodrigo Álvarez, que opta a conquistar el maillot de la combatividad (denominado corredor ‘más activo’ en esta prueba’, una prenda que viste actualmente.

Para Carlos García Pierna, es una subida “de las que no hay muchas en el calendario, y que suelen ser más tipo Vuelta”, aunque el madrileño destaca que en España “no son tan abiertas ni en carreteras tan anchas”. Opinión similar la de Xabiel Miquel Azparren, que casi acaricia el triunfo camino de Yiti Hills, y que espera “un día duro”. Su compañero de equipo en el Q36.5 y campeón de España de contrarreloj, David de la Cruz, hizo la subida en 2017, finalizando en 12º posición. Ahora, va con una lección aprendida que no sabía en aquel momento.
“Es una subida en la que hay que saber regularse bien. Hay subida, descanso, subida, descanso, y parte final durísima. Yo me motivé demasiado en 2017 y lo pagué. Es un puerto en el que, obviamente, no te puedes dormir en la primera parte, pero es mejor regular y levantar un poco el pie para llegar a la parte final con fuerzas, porque es donde se hacen las diferencias. Es una carretera muy ancha que a nivel psicológico afecta más y ostras, es que es muy duro, sobre todo para la época del año en la que estamos”, dice el de Sabadell a AS. Después hará La Vuelta a Andalucía y Tirreno-Adriático, además de tener como gran objetivo “defender” el Nacional de crono que conquistó en Madrid en 2024 y que en 2025 apunta a ser, como adelantó este medio, en Granada. Antes, en Omán, todos tendrán que pasar un duro peaje por la Green Mountain.
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