La lucha de los hermanos Yates: “Era un escenario soñado”
Tanto el triunfador Adam como Simon son unos amantes del País Vasco, donde conquistaron numerosos éxitos. El del UAE de Pogacar empieza de amarillo.
Una primera etapa en el Tour de Francia para decidir el maillot amarillo y una lucha entre hermanos. Los gemelos británicos, nacidos el 7 de agosto de 1992, tuvieron una situación que imaginaron durante toda su vida, sin dejar a un lado la rivalidad y que cada uno pertenece a un equipo, aunque desde 2014 hasta 2020 fueron compañeros. “No sé ni qué decir. Pelear con Simon aquí era un escenario soñado”, cuenta Adam, y es que ambos son amantes del País Vasco. El del UAE se impuso durante su carrera en una etapa de la Itzulia y en la Clásica de San Sebastián, mientras que Simon Yates también hizo lo propio en suelo vasco, ya que es doble ganador en Ordizia.
“Al principio no sabía si debía trabajar con Simon pero pregunté por la radio y me dijeron que sí, que para adelante”, añadió Adam en meta tras besar a su pareja, que no se quitó la mascarilla hasta ese momento, y es que el UAE demostró que está muy fuerte. Cuidan todos los detalles. En la previa de la carrera, el equipo de los Emiratos situó al primer maillot amarillo de este año como segunda baza en caso de que Pogacar no estuviera al 100% de su maltrecha muñeca, aunque las sensaciones del esloveno fueron buenas. Tras un gran trabajo del equipo, el propio Adam incluido, coronó Pike en primer lugar con Vingegaard a rueda. Pasado el test, en el descenso hacia Bilbao les neutralizaron los escasos metros que tenían de renta.
“Sabía que Simon estaba bien. En la bajada intenté dar el máximo y vi que mi hermano venía por detrás. Desearía que hubiese sido más fácil porque hubo alguna vez que casi cedo”, explicó Adam con una sonrisa. Desde 2011, con los Schleck, dos hermanos no hacían primero y segundo en el Tour. En tercer lugar entró Pogacar, celebrando como si él hubiese ganado tras el éxito de su compañero, y es un aviso del UAE: están aquí, y el Jumbo ya lo sabe. Todavía quedan 20 jornadas por delante, y aunque desde el equipo de Tadej siguen cediendo el favoritismo a Vingegaard, vigente campeón, han dado el primer golpe sobre la mesa.