Bestial David Valero, plata por detrás de la leyenda Schurter
El español, bronce en los Juegos de Tokio, se proclama subcampeón del mundo en Les Gets. Únicamente el suizo (10 oros individuales) le superó. Pidcock terminó cuarto.
David Valero, el gigante de Baza de 1,90 metros, avisó con una medalla de bronce en los Juegos de Tokio el año pasado. Confirmó que no fue un espejismo ganando este año la Copa del Mundo de Snowshoe, firmando un segundo puesto en Andorra y cerrando el podio en Canadá. Y llegó al circuito de Les Gets, en los Mundiales de mountain bike (XCO), convencido de que podría dar la campanada. Lo hizo, con la medalla de plata sólo por detrás (a nueve segundos) de la leyenda Nino Schurter (1h:21:13), que sumó su décimo título individual. Tercero entró el italiano Luca Braidot (+0:29). El polivalente galáctico Tom Pidcock, que vivió toda la carrera sobre una montaña rusa, se tuvo que conformar con una cuarta plaza.
“¡Es increíble, estoy muy, muy happy! Tengo una medalla olímpica, otra europea (bronce en 2018, ahora la mundial...”, sonreía y mezclaba idiomas en meta Valero (33 años), el mecánico de Ciclos Montoya allá en su Baza natal que no comenzó a competir en serio hasta los 22 años. El biker a quien Carlos Coloma (bronce en Río 2016) fichó para el BH Templo Cafés en 2021 y que le ha hecho ver que tenía madera de campeón.
Los focos y los pronósticos apuntaban a Pidcock, el británico del Ineos de 23 años campeón olímpico en Tokio, campeón mundial de ciclocrós en enero y que se había propuesto lograr la triple corona (con el Mundial de MTB y el de carretera) este curso. Salió desde el puesto 40 (tan atrás por su ranking, ya que no hace la campaña de MTB completa) y en menos de dos vueltas llegó al grupo de cabeza, en el que desde el inicio estaban Schurter y Valero. Ahí, en los Alpes franceses en los que el pasado 14 de julio bajó como un diablo Galibier y Croix de Fer para coronarse en Alpe d’Huez.
Todo se encaminaba hacia otra exhibición de Pidcock, que incluso pegó un hachazo en la tercera de las siete vueltas mientras Schurter besaba el suelo pero se levantaba orgulloso y el granadino pasaba las zonas técnicas de rocas y raíces como si flotara, proclamando su estado de gracia sobre su BH Lynx.
Tan bien iba Valero, que había renunciado al Europeo para cargar sus pulmones y sus piernas en la altitud de Sierra Nevada, que se permitió romper la carrera en su ecuador. Imperial, soltando gas en las subidas, sobrio en los saltos para evitar sustos, sólo Schurter (36 años y que ya ganó en Les Gets el arcoíris júnior en 2004) y Braidot le pudieron seguir, pero el italiano con dificultades. Pidcock, agobiado por remontar, se topó dos veces con un traicionero árbol, tuvo que cambiar su rueda trasera por el impacto y enterró sus opciones.
Por delante, un mano a mano entre Schurter y Valero. El suizo, un zorro, cerró huecos en los tramos más complicados y supo ahorrar unos gramos de energía para amarrar el oro. Por detrás, el español entraba feliz. Sólo Schurter delante. El geniecillo Pidcock por detrás, fuera del podio. “Me ha faltado un poco de frescura y quizá agonizar un poco más”, reconoció. Sólo José Antonio Hermida (campeón en el 2010 y dos veces bronce en 2005 y 2013) había logrado subir a un podio mundial. Ya no está solo. El segundo arcoíris se escapó por muy poco.
DOBLETE DE FERRAND-PRÉVOT
En la prueba femenina, otra que impuso su ley su experiencia fue Pauline Ferrand-Prévot (30 años). La francesa logró su cuarto título (1h:22:08) por delante de la suiza Jolanda Neff (a 1:35) y la estadounidense Haley Batten (a 2:13). Rocío del Alba terminó 49ª. Ferrand-Prévot, además, hizo doblete ganando también el short-track.