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JUEGOS OLÍMPICOS | MTB

Filosofía de Luis Aragonés para el mecánico de Ciclos Montoya

David Valero, que no empezó a montar en serio hasta los 22 años, se fue a Tokio con el mantra del Sabio en la cabeza: "Ganar, ganar y volver a ganar".

Tokio
David Valero, con la medalla de bronce en los Juegos de Tokio.
RFECEuropa Press

De David Valero (Baza, Granada, 32 años) dicen los que lo conocen que es un tipo templado. "Superdiscreto", "bonachón", "de los que no le gusta llamar la atención", son las frases que deslizan del inesperado medallista de bronce en Tokio. También tranquilo. Por eso, quizá, Carlos Coloma tiró de la filosofía de Luis Aragonés para meterle un poco de nervio antes de Tokio. En la concentración que realizaron en Altea junto a Rocío del Alba, el riojano, que es a la vez patrón y entrenador del BH Templo Cafés, hizo que visionaran el famoso vídeo del Sabio de Hortaleza que logró quitar los complejos a la Selección. "Ganar, ganar y volver a ganar". Con ese mantra en la cabeza viajó el andaluz a Tokio.

Valero no comenzó a competir en serio en bici hasta los 22 años. Trabajaba como mecánico en Ciclos Montoya, en su pueblo, y ayudaba a su padre en las labores del campo. "Decía que como me iba a ganar la vida con las bicis", recuerda. En el descanso en el taller para comer, salía por los caminos a montar. Hasta que un día se apuntó a una carrera y dejó atrás a un tal... Carlos Coloma. Vio que se podía ganar la vida dando pedales además de arreglándolos, fichó por el Olympia, pasó a MMR y este año el riojano se lo llevó a su equipo, con base en Albelda de Iregua.

Valero, sin embargo, tiene su base en Granada. En la altura de Sierra Nevada, cargando de glóbulos rojos su organismo, ha pasado buena parte del año preparando los Juegos. Eso le permite 'bajar' a Baza algunos días para ver a Sandra, su mujer, y Marco, su pequeño de tres años. "He trabajado mucho para poder dar esta medalla a mi familia", dijo en Tokio. Ya es suya.