Arranca el espectáculo. La Cape Epic, considerada el Tour de Francia del MTB, ya rueda. Y con mucha fuerza. Con sus instantáneas espectaculares y con sorpresas desde el primer día, en su prólogo, una contrarreloj de 24 kilómetros y 700 metros de desnivel. La carrera se extenderá hasta el próximo domingo, 27 de marzo, y albergará grandes emociones, pues, tras la jornada inaugural, algunos de los grandes favoritos deben recuperar terreno. El colchón inicial, para el campeón, un Matt Beers que quiere marcar territorio desde la primera pedalada. Junto a él, dando forma al Toyota-NinetyOne-Specialized, el debutante Christopher Blevins, sólido y maduro para, conjuntamente, parar el crono en 58:06,7. Sergio Mantecón y Francesc Guerra (SCOTT Cala Bandida), baza española en la cita, terminaron sextos, a 2'39'', después de ocupar, gracias a su temprana salida, las primeras posiciones durante un buen tramo de la jornada. Pusieron alto el listón.

La Cape Epic, por la propia idiosincrasia del ciclismo de montaña, es una carrera dura, que combina esfuerzos prolongados con instantes explosivos, y que también requiere resistencia y esa pizca de suerte que evite los contratiempos que plantea el farragoso terreno. Nino Schurter y Lars Forster (SCOTT-SRAM), aspirantes a lo más alto en la general, tropezaron con lo segundo. Sorprendió su paso por el primer punto de control, a más de tres minutos de Beers y Blevins, y pronto se descubrió el porqué. Schurter, oro en Río 2016, plata en Londres y bronce en Pekín, una institución dentro de la disciplina, pinchaba y, posteriormente, se veía obligado a cambiar su rueda trasera. Mal día que cuesta cuatro minutos y que, para el espectador neutral, es una bendición: sus ataques no se harán esperar. La primera oportunidad, mañana, lunes 21 de marzo, con 92 km y 2850 metros de desnivel acumulado por delante.

Completando el primer podio, dos parejas alemanas. Georg Egger y Lukas Baum (Company Racing) y Andreas Seewald y Martin Stosek (Canyon Northwave). Los segundos, a 1:06' del primer pedestal; los primeros, a 40 segundos de unos Beers y Blevins orgullosos de su planteamiento. "Es una gran sensación comenzar con el maillot amarillo nuevamente. Esto era parte del plan y lo logramos. Creo que estaba un poco ansioso al principio, pero Chris me hizo retroceder y seguimos bien juntos. Creo que nuestras fortalezas se complementan entre sí y espero con ansias el resto de la semana", declaraba el vigente campeón. "Así son las carreras. Le puede pasar a cualquiera en cualquier momento de cualquier día. Es una pena que haya pasado en el prólogo porque pierdes muchos puestos, pero todavía estamos en la carrera y, con suerte, esta es toda nuestra mala suerte", un desafiante Schurter. El aviso está lanzado.