CICLISMO

La vuelta de La Vuelta de Luis Ángel Maté

El ciclista malagueño del Euskaltel-Euskadi está emprendiendo esta original aventura que le llevará a completar 1.000 kilómetros en bici desde Santiago a Marbella en su vuelta a casa.

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El ciclista del Euskaltel-Euskadi saluda antes de la decimocuarta etapa de La Vuelta entre Don Benito y el Pico Villuercas.
PEPE ANDRÉS DIARIO AS

La Vuelta ha terminado este domingo para muchos corredores pero no para Luis Ángel Maté. El ciclista malagueño del Euskaltel-Euskadi ha comenzado este lunes su particular aventura de regreso a casa en una aventura que ha bautizado bajo el nombre de 'La vuelta de La Vuelta'.

Con esta original iniciativa, el ciclista marbellí quiere completar en seis días los 1.000 kilómetros que separan Santiago de Compostela de su Marbella natal. Para ello realizará un recorrido de seis etapas que el ciclista ha compartido en la plataforma Koomot que le llevarán por las carreteras de Portugal, de Extremadura y de Andalucía hasta llegar a su casa. En esta aventura Maté afrontará 11.410 metros de desnivel positivo y 11.640 metros de bajada en jornadas que van desde los 108 kilómetros del primer día a los 226 que se ha propuesto completar en la cuarta jornada.

En el último artículo que el ciclista ha publicado en la revista Rouleur sobre su experiencia en La Vuelta, el propio ciclista definía así su aventura. "Tras haber recorrido más de 3.417 kilómetros en la que ha sido mi décima Vuelta a España, todavía tengo ganas de más y me he montado otra fuga entre Santiago de Compostela y Marbella de casi 1.000 kilómetros. Pero los voy a recorrer de otro modo, sin prisas. al ritmo que me pida el cuerpo y a lo largo de seis días en una aventura de bikepacking tranquilo. La he llamado 'La vuelta de la Vuelta'".

¿Y por qué Maté ha decidido iniciar esta particular aventura? Lo cuenta el propio ciclista de esta forma en su relato en Rouleur. "Me parecía una oportunidad única para poder disfrutar de la bici de una manera diferente a la competición, al estrés, a los frenazos, a las caídas, de pensar en los vatios... Simplemente quería coger mi bici e irme a casa sin utilizar ni el avión ni el coche, con mis propios medios, por estar en armonía conmigo y con el entorno. Es un viaje precioso en el que intervienen muchos elementos y que necesitaba hacer para romper con ese bucle en el que entras tras tres semanas de competición. Eso sí, he prometido que llegaré el sábado al mediodía para pegarme un bañito en la playa y comer en casa".

De esta forma Maté es el último que se suma a este particular regreso a casa en bicicleta tras la disputa de una carrera después de otras aventuras como la realizada por Thomas de Gendt y Tim Wellens en 2018, cuando también decidieron completar una ruta de 1.000 kilómetros en su regreso a casa desde Lombardía a Bélgica. Maté es el último gran ejemplo de muchos corredores y su pasión por el ciclismo fuera de los entrenamientos y de la competición.