La Vuelta 2021 ofreció un bonito espectáculo para los amantes del ciclismo. Jornadas como las de Valdepeñas, Lagos de Covadonga, Gamoniteiro o Mos, entre otros, brindaron finales de lo más emocionantes que tuvieron como protagonistas a los grandes dominadores de la carrera. Pero, al margen de ellos, ¿qué otros corredores han brillado con luz propia en la presente edición? A continuación, 'los cinco magníficos' de esta Vuelta.

Primoz Roglic

No cabe duda que el esloveno tenía que estar en lo más alto de este análisis. Roglic conquistó en Santiago de Compostela su tercer título consecutivo en la Vuelta, igualando ese récord encadenado de generales que ya lograron Tony Rominger y Roberto Heras antes que él. A sus números, con cuatro triunfos de etapa (el que más ha ganado en esta Vuelta), se unieron el ciclismo ofensivo y una lectura de carrera magistral con la que sacó el máximo provecho en cada situación. De ese modo firmó una de las mayores gestas de su carrera con el triunfo en Lagos de Covadonga, uniéndose al ataque de Bernal a más de 60 kilómetros de meta para luego rematar en solitario. Una proeza que en en el pasado reciente bien podría haber llevado la firma de grandes campeones como Alberto Contador o Chris Froome. La guinda que le faltaba: ganar machacando. El año que viene aspira a igualar los cuatro títulos de Heras como máximo vencedor de la ronda española.

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Enric Mas

El español dio el paso adelante que los aficionados del ciclismo español le reclamaban en los últimos años. Regresa al podio en una gran vuelta, precisamente en aquella que le dio a conocer en el pelotón internacional en 2018 cuando también finalizó segundo. Sólo Roglic pudo con él, que ya es decir mucho. El balear deja para el recuerdo una primera mitad de carrera prácticamente perfecta, con un mano a mano tremendo ante el esloveno en el muro de Valdepeñas de Jaén que a punto estuvo de costarle una caída en los últimos metros. Se ha visto su versión más ofensiva y atacante, pero la valentía continúa como asignatura pendiente. El inconformismo le puede llevar a cotas más altas. Como mínimo, a ganarse mayor reconocimiento de un aficionado español que ansía un nuevo referente.

Magnus Cort Nielsen

El danés ha sido el gran animador de la carrera. Como muestra de ello recibió el premio al corredor más combativo de la Vuelta en esta edición. No es casualidad. De velocista a reconvertido todoterreno, Cort Nielsen se ha reinventado aún más en esta Vuelta, ganando tres etapas desde la fuga. Un auténtico depredador. Y pudieron ser cinco de no ser porque un tal Roglic se metió por medio: le birló los triunfos en Valdepeñas y en la crono final de Santiago. Su voracidad como cazaetapas le ha llevado a convertirse en el corredor danés con más victorias parciales en la historia de la Vuelta, con 6. Seguro que en años venideros sigue deleitando a una afición española por la que afirmó sentirse muy querido. Se lo ha ganado.

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Michael Storer

El australiano ha sido el gran descubrimiento de esta Vuelta. Y eso siempre es de agradecer en una prueba que cada año nos brinda agradables sorpresas. A sus 24 años, Storer ha mostrado al mundo sus enormes condiciones de escalador, ganando dos etapas de montaña (Balcón de Alicante y Rincón de la Victoria) y alzándose con el maillot de la montaña. Un hito, ya que el del DSM (que correrá en el Groupama FDJ los dos próximos años) se convirtió en el primer ciclista que gana la clasificación de la montaña y dos o más etapas (estuvo cerca del triplete en el final del Gamoniteiro) en la Vuelta desde el 'Chava' Jiménez. En las próximas temporadas veremos si el australiano se queda en un genio de inspiración intermitente, como fue el español, o sólido líder para las rondas de tres semanas.

Fabio Jakobsen

El neerlandés reaparecía en una ronda de tres semanas después del terrible accidente que sufrió el año pasado en el Tour de Polonia y que pudo acabar con su vida. En España volvió a sentirse ciclista de verdad. Y de qué manera. Jakobsen finalizó la Vuelta con tres triunfos de etapa en esprints masivos, su especialidad, y con el doble premio de enfundarse el maillot verde al llegar a Santiago de Compostela. También fue vital la aportación de sus compañeros, que se descolgaron al completo en varias jornadas de montaña para que Jakobsen evitara el 'fuera de control' (acabó penúltimo de la general a más de 6 horas de Roglic) y pudiera mantener la preciada elástica verde. La manada de lobos, como se conoce a los corredores del Deceuninck-QuickStep, sabe que puede volver a confiar plenamente en Fabio: su punta de velocidad sigue intacta. El regreso soñado.