La última semana de La Vuelta que comienza este martes tiene tantas variables que los directores de los equipos deben analizarla como si estuvieran ante una partida de ajedrez. Con seis etapas por delante, de las que dos son de alta montaña (Lagos y Gamoniteiro), una es una trampa al estilo clásica en Mos y la crono final en Santiago, nadie tiene clara la táctica. Todos miran al Jumbo y a Primoz Roglic como si fuera el portador del maillot rojo... sin vestirlo. "¿De verdad nos podemos olvidar de Odd Eiking y Guillaume Martin?", se pregunta Addy Engels, director del equipo del ganador de las dos últimas rondas. Y matiza que "no firmaría llegar así a la crono", con la desventaja que tiene el esloveno de 1:36 con el noruego y 42" con el francés.

Roglic debe "intentar recortar" con los dos ciclistas que le preceden... y defenderse de los dos que le suceden. "Parece que con Mas, López y el resto la brecha de tiempo es buena en la crono, aunque al final de una grande siempre pasan cosas raras”, analiza Engels. El español está a 35" del esloveno. El colombiano, a 1:28.

¿Y cuál debe ser la actitud de los dos líderes del Movistar? "Con la participación que había en esta Vuelta, estar en el top-5 era un éxito y ahora aspiramos a tener dos ciclistas en el podio", analiza Eusebio Unzué, mánager del equipo español, que también sabe que tienen una "buena oportunidad" de ganar la ronda, aunque lamenta llegar a este desenlace sin una pieza clave. "La baja de Alejandro Valverde , sobre todo para la montaña, la vamos a notar", añade Patxi Vila, director deportivo de los telefónicos. "Cada decisión que tomemos debemos pensarla mucho", comenta. Aunque todos esperan que el equipo español salga al ataque. "Hombre, sin atacar no se gana", reconoce Vila, pero sabe que un paso en falso o un ataque mal medido podría tener como consecuencia "sacrificar a uno de los dos líderes".

Y es que por detrás de Roglic y los Movistar, se encuentra Jack Haig. "Si está ahí es porque se encuentra casi tan fuerte como nosotros", opina el director navarro. "Y no nos olvidemos de Egan Bernal y Yates. A los Ineos no hay que subestimarlos nunca. Nadie pensó que Froome pudiera ganar el Giro 2018 y lo consiguió", apunta Engels, que mira con respeto a los dos días de montañas asturianas, especialmente un Gamoniteiro que le parece "brutal". "Si los ciclistas hacen duras esas etapas, las diferencias pueden ser enormes", opina. ¿Tantas como para descabalgar a Roglic? Unzué confía: “La carrera nos va a dar alguna oportunidad. Hay que aprovecharla”.