El día de descanso soñado de Odd Christian Eiking

Nadie podía esperar que Odd Christian Eiking vistiera el maillot rojo de La Vuelta en el segundo día de descanso de la carrera. Este lunes, pocos ciclistas de esta Vuelta estarán tan felices. El noruego de 26 años está sacándole un rendimiento máximo a aquella fuga en la que arrebató el rojo a un Roglic loco por soltarlo. "El mayor logro de mi carrera", repite estos días. En sus cálculos estaba perderlo el pasado fin de semana, pero la poca batalla entre los favoritos y su buen desempeño le ha permitido conservarlo. "Que vaya a vestir el maillot de líder seis días en una grande como La Vuelta ha superado todas las expectativas, no lo voy a ocultar", afirma sincero.

Y mientras Eiking da las gracias a sus compañeros del Intermarche y celebra la gran Vuelta que lleva la escuadra belga (también ganó etapa y vistió de rojo con Taaramäe), los teóricos favoritos a la general explican la falta de batalla. Sólo Adam Yates recortó 15 segundos en su pelea por el podio que Enric Mas calificó de "poco preocupantes". "El terreno no era el mejor para tener esa batalla que se esperaba", analizó el mallorquín que, hizo un balance "muy positivo" de esta segunda semana que concluye a 35” de Roglic.

Su compañero López apuntó en la misma línea. "No es que nos respetemos, es que ha sido un día muy duro y no había un puerto final exigente para hacer daño", explicaba el colombiano tras otra jornada en la que tras 200 km y cuatro ascensiones se rodó a más de 40 km/h. "Con tanto desgaste, estos días son para salvarlos", aseguró Superman.

"Hay que darle la enhorabuena al líder", asegura Mas sobre un Eiking que es el más beneficiado por la falta de ataques. "No creo que sea realista hablar de que puedo ganar La Vuelta porque ya la etapa de Lagos de Covadonga el miércoles es demasiado dura para mí. Pero yo me siento bien, voy a luchar y todo puede pasar", opina el noruego.