Dos contra uno
Enric Mas y Miguel Ángel López apelan al trabajo en equipo del Movistar para desbancar al líder Primoz Roglic cuando se inicia la segunda semana de Vuelta.
"Sólo si trabajamos juntos podremos tener la oportunidad de desbancar el maillot rojo de Roglic”, coinciden Enric Mas y Miguel Ángel López, los líderes del Movistar, que llegaron al primer día de descanso en el podio provisional de La Vuelta. El mallorquín afronta la segunda semana de competición en la segunda plaza a 28”, y el colombiano, tercero a 1:21. Las dos principales alternativas a la tiranía del esloveno en la ronda española. Ambos están convencidos de entenderse para poder inquietar al dominador de las dos últimas ediciones. “La posición es muy buena, estamos los dos muy bien situados”, apunta Enric Mas. En el equipo español no quieren ni pensar en que esta vez la bicefalia no vaya a funcionar. Afirman que se llevan muy bien entre ellos y que haya un rival común tan inexpugnable como se ha mostrado Roglic hasta ahora es el mejor motivo para unir fuerzas.
“Tenemos una idea e intentaremos llevarla a cabo”, desvela el español. Un Enric Mas nuevo, más alegre, que, según expresó en la meta de Velefique, no disfrutaba así de la bicicleta desde 2018, cuando acabó aquella edición de La Vuelta en la misma posición que ocupa ahora. “¿La clave? La confianza”, responde, mientras asegura que en el Tour en el que fue sexto no acabó tan muerto y pudo prepararse bien.
López, por su parte, resalta que su papel en la etapa del domingo en Velefique demuestra claramente su compromiso. “Primero salí a los ataques de Adam Yates porque si se marchaba nos iba a tocar trabajar. Cuando Enric se fue con Roglic, yo no podía tirar en el grupo de atrás porque le hubiera perjudicado”, admite el colombiano, recién renovado por la estructura española, que tras un Tour “con mala fortuna y pasado de forma”, ha corregido los errores para poder aspirar a todo en esta Vuelta.
Pero, tras la comunión entre los dos jefes de filas, falta lo más complicado, encontrarle el punto débil a Roglic. Y todo, con seis corredores tras las bajas de Valverde y Jacobs. De momento, Mas cree que ni el Jumbo ha flaqueado tanto, ni es un argumento al que agarrarse que el esloveno tenga fama de ser más abordable en la tercera semana: “Sus compañeros han tenido días de mucho trabajo y no creo que esté solo. En cuanto al paso de las etapas, todos podemos tener un mal día, los ciclistas que luchamos por una carrera de tres semanas estamos expuestos a eso. Le puede pasar a él y a nosotros”.
Con todo, y conscientes del buen resultado que supondría acabar los dos en el podio, ambos afirman que están obligados a luchar por desbancar a Roglic. “Somos el equipo de casa y tenemos que salir a ganar La Vuelta”. Y debe ser unidos. Es la única manera.