Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

LA RUTA DEL TOUR

Una fuga por el dinero y otra por la libertad

Bourlon batió un récord que sigue vigente: la escapada victoriosa más larga de la historia, con 253 kilómetros. Una marca imposible de batir en el futuro inmediato.

Una fuga por el dinero y otra por la libertad

Albert Bourlon arrancó de salida en busca del dinero. Así lo reconoció luego sin tapujos: "No pensaba en ganar la etapa, me contentaba con embolsarme las primas, que eran el doble de mi salario mensual". Aquel 11 de julio de 1947, la 14ª etapa del Tour recorría 253 kilómetros entre Carcasona y Luchon. Los 50 primeros escondían bonificaciones por un montante de 50.000 francos, que por supuesto se adjudicó este exobrero de Renault y excombatiente de la Segunda Guerra Mundial, un ciclista modesto del equipo Centro-Suroeste.

Ya puestos, Bourlon continuó con su cabalgada hasta el final. Sorteó los puertos del Aspet y del Port y se plantó en Bagnères de Luchon con 16:20 minutos de ventaja sobre el siguiente clasificado. Cuando el belga Norbert Callens cruzó la meta, el aventurero francés ya se había duchado y, de paso, se había tomado cumplida venganza de una afrenta. Dos días antes, los comisarios habían olvidado incluirle en las clasificaciones, así que en la llegada les espetó: "¿Me habéis visto bien esta vez?".

Bourlon batió un récord que sigue vigente: la escapada victoriosa más larga de la historia, con 253 kilómetros. Una marca imposible de batir en el futuro inmediato, porque el reglamento UCI establece el tope de las etapas en 250 km. A pesar de su gesta, Bourlon no volvió a disputar el Tour. El ciclista lo achaca a un veto del patrón, Jacques Goddet, porque pertenecía al Partido Comunista y era muy activo en la lucha por la clase obrera.

Su triunfo en el Tour es la fuga más conocida de Albert, pero no la más meritoria ni la más heroica. Bourlon fue apresado durante la II Guerra por las tropas alemanas y estuvo prisionero en Sagan (Polonia), de donde intentó escaparse en dos ocasiones, sin éxito. Sí lo consiguió más tarde, en 1943, desde la cárcel de Fürstenberg. En su huida atravesó varios países, Ucrania, Eslovaquia, Hungría, y cruzó a nado el río helado de Tisza para desembocar en Rumanía. Allí se quedó un tiempo, el suficiente para ganar la carrera más importante del lugar, la Bucarest-Ploesti-Bucarest. Su fuga definitiva terminó el 16 de octubre de 2013, cuando falleció en Bourges a los 96 años de edad, en ese momento el decano de todos los participantes en el Tour de Francia.