Atila, el rey de los hunos, estuvo a punto de tomar Roma. Attila Valter, el primer corredor húngaro que lidera una grande, porta la maglia rosa desde San Giacomo gracias a la renta obtenida con su escapada camino de Sestola. Su ambición es mucho más comedida: "Me conformaría con llegar al día de descanso como líder de la carrera, aunque para eso debo resistir en Campo Felice. Lo intentaré con todas mis fuerzas".

Valter, escalador de 22 años del Groupama, se formó en el mountain bike: "Hasta los 18 no toqué una bicicleta de carretera. Por eso me cuesta, todavía, encontrar mi lugar dentro del pelotón. Sin embargo, cuando vistes de rosa te arropa tu equipo y los rivales te respetan". Pasó a profesional con el Pannon Cycling Team de su país, y en 2019 le captó el desaparecido CCC para su escuadra de desarrollo. En 2020 conquistó el Tour de Hungría y su rendimiento en su estreno en el Giro, 27º, llamó la atención del Groupama, que le firmó hasta 2022.

El padre de Valter, su "entrenador y mentor", le aficionó a las bicis de niño, cuando todavía se debatía sobre si practicar fútbol o atletismo: "A él le dediqué la consecución de la maglia". ¿Y qué desea ahora? "A largo plazo, que las instituciones húngaras inviertan más en ciclismo. A corto plazo, me inspiro en el Giro de Joao Almeida en 2020: aguantar hasta cuando pueda".