CICLOCROSS
Van der Poel vuelve a ganar la partida a Van Aert
Dos meses después de jugarse el Tour de Flandes en un mano a mano, ambos otra vez se volvieron a jugar una carrera, esta vez en el barro, y con Van der Poel triunfador.
El neerlandés Mathieu van der Poel volvió a ganar la partida a Wout van Aert al imponerse este domingo al belga en el ciclocross de Namur (Bélgica), segunda prueba puntuable de la Copa del Mundo, tras un espectacular duelo. Apenas dos meses de la disputa del Tour de Flandes, donde Van der Poel arrebató el triunfo a Van Aert tras un disputadísimo esprint final, el neerlandés y el belga volvieron a encontrarse de nuevo, esta vez, sobre el barro.
Un duelo que, a diferencia de lo ocurrido en el "monumento" flamenco, donde la caída del francés Julian Alaphillipe permitió llegar en solitario a la meta a Van der Poerl y Van Aert, no fue a dos, sino a tres. Y es que el jovencísimo británico Tom Pidcock, que finalmente concluyó en tercera posición, demostró que ha llegado para plantar cara a los dos grandes dominadores del ciclocross mundial.
De hecho, Pidcock, que como Van der Poel y Van Aert no sólo es capaz de brillar sobre el barro, sino que también destaca en la bicicleta de montaña y la carretera, como atestigua su triunfo este curso en el Giro "baby", lideró la prueba durante las siete primeras vueltas al circuito. Una ventaja que llegó a alcanzar los once segundos, lo que obligó tanto al neerlandés como al belga a llegar al límite para tratar de atrapar al corredor británico, de tan sólo 21 años y que militará esta temporada en las filas del Ineos Grenadiers.
Persecución que llegó a su fin al iniciarse la penúltima vuelta cuando el neerlandés y el belga lograron, por fin, dar caza a un Pidcock, que acabó pagando en los dos últimos giros su exhibición inicial. Circunstancia que dejó el camino libre a Mathieu Van der Poerl y Wout van Aert, que, como aguadaban todos los aficionados, se disputaron el triunfo final en un mano a mano.
Pero Van der Poerl, vigente campeón del mundo de ciclocross, no estaba dispuesto a que como ocurrió en el Tour de Flandes la victoria se decidiese por apenas un tubular y lanzó un nuevo ataque en la vuelta final. Un acelerón al que ya no pudo responder Wout Van Aert, que vio cómo el neerlandés se escapaba definitivamente para alzarse con el triunfo final con un margen de tres segundos.