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LA RUTA DE LA VUELTA

El pionero que evitó dos guerras

Emiliano Álvarez Arana (25-10-1912), participó en las dos primeras Vueltas. Por aquella época ya era un contrastado ciclista, que corría como profesional desde 1932.

El pionero que evitó dos guerras

La Vuelta a España llega hoy a Madrid para cerrar su 75ª edición, que también es su 85 cumpleaños, no sin sufrimiento. Una buena excusa para recordar a un pionero que también se abrió paso en tiempos revueltos: Emiliano Álvarez Arana.

Emiliano, nacido en Rentería (25-10-1912), participó en las dos primeras Vueltas. Por aquella época ya era un contrastado ciclista, que corría como profesional desde 1932 tanto en España como en Francia. Y en ambos lados con éxito: en 1934 ganó la Burdeos-Angulema y la Clásica de Ordizia.

La Vuelta de 1935 no pudo concluirla por un forúnculo, lo que no fue óbice para que fuera seleccionado para el Tour, donde se retiró por idéntico motivo. La Vuelta de 1936 se le dio mejor. Fue segundo en Santander, tras Alfons Deloor, y ganó fugado en Madrid, con tres minutos sobre Julián Berrendero. En la general terminó octavo.

En 1936 también corrió el Tour, que acabó 24º, pero lo que nunca imaginó es que no iba a volver a España. En paralelo estalló la Guerra Civil y se quedó en Pau, donde se casó con la vasco-francesa Henriette Marguerite. Siguió compitiendo por Europa, incluido en el Tour de 1938, que tampoco pudo finalizar. Su último gran resultado conocido en el continente sucedió un año después: su victoria en el Circuito de Pirineos.

Y entonces se perdió su pista. Unos decían que murió en la II Guerra Mundial, otros que había emigrado a Argentina, otros que vivía con más de 100 años, otros que se le había visto en un aniversario de la Vuelta... Hasta que un artículo de David Guénel reveló el enigma. Emiliano Álvarez huyó del conflicto bélico tras la invasión alemana. Después de un breve paso por Buenos Aires se trasladó a Chile, donde siguió corriendo, a la par que trabajaba de repartidor. Con el tiempo fue director de la Unión Española de Valparaíso y en los años 60 se convirtió en el seleccionador chileno. Murió de un infarto en Viña del Mar el 1 de junio de 1987. En una de esas dictaduras que tanto evitó. La de Pinochet.