Miedo a la hipotermia

"¿Dónde está el autobús? Estoy congelado", dijeron tiritando numerosos corredores del pelotón al llegar a la meta de Puebla de Sanabria. La 15ª etapa de esta Vuelta no tenía ningún puerto de primera categoría, ni pasos ilustres, pero tenía todos los ingredientes para ser una de las más duras del año: 230 kilómetros (la jornada más larga de la última década en la ronda española), un 5 de noviembre bajo la lluvia y el frío en el norte de Zamora. Apenas ninguno se pudo detener tras la meta, ya que pusieron rumbo directamente a dónde estaban posicionados los vehículos de sus equipos mientras el termómetro estaba por debajo de los diez grados.

Poco antes, estaban los auxiliares de cada escuadra preparado con el material para atenderles. "Es una etapa con estas dificultades y en noviembre. No nos queda otra que cruzar los dedos. En la época del año que estamos, el frío es muy intenso y nuestro mayor temor es que los corredores entren en hipotermia. Hay que evitarlo como sea, y para ello nos repartimos los auxiliares con diferentes funciones: té en los puertos, otras bebidas calientes en zonas específicas de la etapa...", contó para AS Juan Carlos Escámez, del Movistar Team (auxiliar y masajista) y de la Selección. Siempre junto a Alejandro Valverde en los últimos años. "Estoy congelado", decía Philipsen, el triunfador del día, mientras celebraba la victoria en meta con sus compañeros. Ni con el éxito más importante de su corta carrera (22 años) podía olvidar el frío.

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"Si un corredor entrar en hipotermia, puede ser crucial para el desenlace de la carrera. En los coches contamos con gran cantidad de ropa seca y alimentos, pero el riesgo existe", añade Escámez. "Es obvio que una tormenta también te puede caer en julio y correr el mismo riesgo de entrar en hipotermia, pero ahora hay más posibilidades. Para nosotros (los auxiliares), al igual que para los corredores, estar en competición en noviembre también es novedoso, por lo que tenemos que adaptarnos".

Al autobús del equipo y rápido al hotel. "Luego, una vez iniciado el viaje y con los masajes, tenemos que intentar que los corredores entren en calor lo antes posible. Mientras, bebidas calientes y, pese a que el líquido entra mejor en estas situaciones, no hay que olvidar el sólido (alimentos), que también es clave". Por delante, tres días de Vuelta que se esperan con condiciones similares, con especial hincapié en la jornada del sábado en La Covatilla.