Anna van der Breggen completó este sábado en la prueba de ruta del Mundial de Imola su doblete de oro. Si bien el título conquistado el jueves en la contrarreloj no fue tan claro (decidido por la desafortunada caída de Chloe Dygert), la neerlandesa de 30 años no dio opción a sus rivales en la de fondo de este sábado, donde se impuso con enorme autoridad tras una fuga en solitario de 40 km, con la misma tiranía que lleva desplegando durante toda la temporada (llegaba de ganar el Giro). La corredora del Boels Dolmans no se quitará el maillot arcoíris en toda la temporada, ya que lo lucirá en las dos disciplinas, un hito que no se veía desde hacía 25 años, cuando lo logró Jeannie Longo en Duitama (Colombia).

Se trata de su segundo oro en la prueba de fondo (también lo logró en 2018) y la confirmación de que nadie le tose en el panorama actual en una carrera en la que las españolas lo intentaron (Mavi García se metió en la fuga y acabó 18ª). La también neerlandesa y ya excampeona Van Vleuten, duda hasta última hora por una lesión de muñeca que le obligó a llevar un aparatoso vendaje, se llevó la plata en un tenso duelo con la italiana Longo, que logró el bronce y la segunda medalla para Italia en Imola.

El primer movimiento de la jornada llegó antes del ecuador, con la española Mavi García muy atenta cuando se formó una escapada de calidad junto a la neerlandesa Pieters, la alemana Brennauer, la estadounidense Wiles, la británica Barnes, la francesa Labous, la canadiense Jackson y la luxemburguesa Majerus. Una fuga a la que le interesaba hacer camino a todas las selecciones implicadas menos a la neerlandesa, al menos esa sensación dio ya que su selección también comandó la caza, consciente de que tenía a sus mejores ciclistas detrás.

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El turno de estas llegó en la penúltima subida a Gallisterna, con más de 40 km por delante. Las primeras rampas fueron para Marianne Vos, aunque la que lanzó la carrera fue la neerlandesa Annemiek Van Vleuten, defensora del título, aún con las vendas en su muñeca por la dura caída del Giro que puso en duda su participación. Tal era el control de las naranjas que muchas veces parece que la competición es entre ellas… y así llegó el hachazo de Van der Breggen, que coronó en solitario.

Las primeras en reaccionar fueron la italiana Longo, la danesa Ludwig y pronto llegó la británica Deignan, que formaron la persecución bajo la vigilancia de Van Vleuten, que sí pareció entender aquí que no podía dar ni un relevo ante la fortaleza mostrada por su compañera. No hizo mucho camino este grupo intermedio, que absorvido por el resto de favoritas, donde marchaba Mavi García tras su aventura y Ane Santesteban, las dos bazas de las españolas.

Sin necesidades de las de Países Bajos, fue Italia la que se vio obligada a ir a por Van der Breggen, aunque nunca le llegaron a recortar demasiado como para poner nerviosa a la campeona, lanzada a por el doblete de oro. Sólo quedaba la plata por decidirse y volvió a resolverse en el último paso por Gallisterna, donde la italiana Longo arrancó con fuerza y sólo pudo seguir Van Vleuten su rueda. Ambas se midieron en un tenso esprint que se llevó Van Vleuten, a pesar de una peligrosa maniobra de Longo, que se tuvo que conformar con el bronce.

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