Hirschi se estrena a lo grande
El suizo de 22 años ya había sido segundo en Niza, tercero en Laruns... Y, por fin, vencedor en Sarran. Soler probó suerte y Herrada acabó quinto.
Marc Hirschi. Esta vez sí. El suizo del Sunweb, de 22 años, campeón del mundo sub-23 en 2018, ganó destacado en Sarran. Ya había sido segundo en Niza, tercero en Laruns… Especialmente dolorosa fue su derrota del pasado domingo en los Pirineos, después de rodar 89 kilómetros en solitario, de jugarse el pellejo en el descenso del Marie Blanque… Había perseguido la victoria con ahínco. Por fin se hizo justicia. A la tercera vino la vencida.
Hirschi había marcado en rojo en el libro de ruta esta etapa de media montaña por el Macizo Central, con un desnivel acumulado positivo de casi 4.000 metros, lo que equivale prácticamente a una jornada de altas cumbres. El Sunweb señaló un punto en el rutómetro para planear un ataque conjunto, con Andersen y Benoot de lanzadores. Ambos le pusieron en la senda en el Croix du Pey y el suizo la remató en el Suc au May con su rebosante clase, no exenta de riesgo. El último puerto volvió a bajarlo al límite. Hirschi trasmite grandes emociones, igual que lo hacía su paisano de Berna y actual mánager: Fabian Cancellara.
El perfil de la etapa auguraba otro guion, que no se cumplió. Se preveía una escapada numerosa y consentida que disputara el triunfo mientras que los gallos resolvían tranquilamente sus propios problemas. Así lo entendieron, entre otros, dos españoles: Luis León Sánchez, un cazaetapas en este tipo de terreno, e Imanol Erviti, el hombre para todo. Ambos se metieron en una fuga de gigantones, con Walscheid, el más alto del Tour con 1,99 metros, y Politt y Asgreen, de 1,92. Ellos mismos miden 1,86 y 1,89, que tampoco está nada mal para montar en bici. Sólo Burgaudeau rebajaba la media con 1,68. Para un partido de baloncesto hubiera sido una ventaja, pero en una etapa del Tour de 218 kilómetros, la más larga de esta edición, y con cuatro puertos, no servía de tanto. Y menos cuando detrás, el Bora no tenía ninguna intención de permitir la alegría.
El pelotón había hecho otros planes, que era jugársela en los dos últimos puertos. El Croix du Pey, de tercera, 4,8 km al 6%, seleccionó un grupo, entre ellos Marc Soler y Schachmann, aquel que fue arrollado por un coche en plena Milán-San Remo, que prolongaba así el trabajo del Bora. El Sunweb también había proyectado un ataque en equipo, concienzudo, con Andersen y Benoot tirando de Marc Hirschi, que ya había rozado dos veces el éxito. El segundo día de carrera resistió un ataque de Alaphilippe para terminar segundo, y en los Pirineos sucumbió en un final agónico ante Pogacar y Roglic para clasificarse tercero en Laruns. Quien la sigue, la consigue.
El talentoso Hirschi lanzó su ofensiva final en el Suc au May, de segunda, 3,8 km al 7,7%, la trampa del día, que se coronaba a poco más de 25 kilómetros de Sarran, esa localidad de apenas 300 habitantes que alberga el Museo de Jacques Chirac. El suizo coronó con 17 segundos sobre Soler y Schachmann. Y más atrás, a 40", se formó un prestigioso grupo, con Alaphilippe como capitán general, más Herrada, Bilbao, Rolland, Reichenbach, Elissonde, Roche… El pelotón cruzó la cima a 1:21 y se dejó llevar. A lo suyo. Los perseguidores se fusionaron entre sí, pero nunca tuvieron la oportunidad de capturar al helvético, que derrochaba calidad y aumentaba la ventaja a cada pedalada. Hirschi llegó con 47 segundos de renta sobre el segundo, el veterano Pierre Rolland. Jesús Herrada entró quinto, a 52". Un estreno a lo grande. Ha nacido una estrella.