El Tour vuelve a la idea inicial: dos positivos, expulsión

El Tour dio marcha atrás en su protocolo sanitario. Después de varios días de tensión e intensa negociación, parecía que las partes implicadas, organización, Unión Ciclista Internacional (UCI) y equipos, consensuaban que sólo dos positivos por coronavirus de corredores en un plazo de una semana significarían la expulsión de las escuadras. Sin embargo, el Gobierno francés recomendó a ASO, la empresa responsable, volver a la anterior medida: dos casos de COVID-19, sean de ciclistas o de los integrantes del staff (cada burbuja asciende a 30 miembros), supondrán la exclusión inmediata de la formación. La decisión se tomó “a última hora de este viernes”, según las fuentes consultadas por AS.

Evidentemente, a los equipos no les hace “ninguna gracia”. De hecho, el Lotto Soudal registró ya dos positivos en su cuerpo técnico, a los que envió a sus domicilios junto a las otras dos personas con las que compartían habitación. Su participación no estuvo en peligro, porque la plantilla no se vio afectada y aún no se había establecido la resolución original sobre el virus. Christian Prudhomme, el director de la ronda, afirmó que “no se van a contradecir nunca los criterios de la Sanidad francesa”: “Ellos marcarán las pautas de acuerdo a la evolución de la pandemia”. Francia comunicó este viernes más de 7.000 contagios diarios, mientras Niza entró en zona roja el jueves.

La UCI exigió que los positivos se aseguraran “mediante un segundo test para evitar falsos resultados” e hipotéticas expulsiones basadas en análisis incorrectos. Sin embargo, el tiempo puede jugar en contra si se trata de confirmar los datos antes de una etapa. El laboratorio móvil en carrera cuenta con una capacidad para efectuar 50 controles diarios en jornadas normales y 350 en los días de descanso.

AS habló en el village del Tour con David Lappartient, presidente, y Louis Chenaille, director de comunicación de la UCI. El organismo trabaja “codo con codo con ASO y las autoridades sanitarias”. Además, estudia “todas las opciones” por si la competición debe frenar por el riesgo excesivo de infección: “Aún no sabemos cómo se resolvería una hipotética clasificación a medias, o si se dejaría el palmarés desierto. No obstante, sólo contemplamos el escenario de que la cita llegue a París y discurra con la máxima normalidad”. Javier Guillén, director de la Vuelta, también presente en Niza, considera que el funcionamiento del Tour servirá como modelo a seguir para el Giro y la Vuelta, aunque en otoño arreciará el coronavirus “y las incógnitas se multiplicarán”. Los actores implicados señalan el primer día de reposo como punto de inflexión: si no se producen positivos y la cosa avanza sin percances, quizá París no quede tan lejos.