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TOUR DE FRANCIA

Un Tour de sopetón

El calendario ciclista prevé que el pelotón llegue a la grande francesa sin apenas días de competición previos. Es del 27 de junio al 19 de julio.

Actualizado a
Un Tour de sopetón
AFP

El ciclismo mira con esperanza al próximo Tour de Francia como el punto de inflexión que marque la recuperación de relativa normalidad de la competición. La carrera organizada por ASO trabaja a día de hoy con la perspectiva de celebrar la prueba en las fechas previstas, del 27 de junio al 19 de julio, aunque eso conllevase medidas restrictivas y limitaciones de público. Con el Giro y la primavera de clásicas aplazada, el Tour aparece como el primer objetivo de un año mutilado.

"Parece que lo más realista es pensar que al menos hasta junio no se va a volver a una situación de cierta normalidad", reflexiona a AS Xabier Artetxe, director del equipo Ineos. Las primeras citas del World Tour que se mantienen a día de hoy son el Dauphiné (31 de mayo-7 de junio) y Suiza (del 7 al 14 de junio), tradicionalmente la última puesta a punto de cara a la grande francesa que, dado el panorama, serían las únicas.

"Está claro que no parece que los ciclistas vayan a llegar con la preparación idónea. El Tour es una carrera de tres semanas que requiere mucha exigencia y con elementos como el calor o la altura, y los ciclistas no son robots", opina Artetxe. El exciclista y preparador vasco vela dentro del equipo británico por la preparación del grupo sudamericano, incluido el defensor del título, Egan Bernal, que se encuentra en Colombia. "Fue la primera decisión. Que, en la medida de lo posible y siguiendo los protocolos, pudieran volver a sus países. La situación es grave, con muchas vidas en juego, y ya sólo desde el punto de vista psicológico era necesario que volvieran a estar en su entorno, con sus familias", cuenta Artetxe.

En cuanto al plano físico, se trabaja con la "incertidumbre del calendario, que lo complica todo" y el estado de confinamiento. "Nos hemos adaptado a un entrenamiento indoor, de rodillo y simuladores, de 'core', fortalecimiento muscular... ¿Si los colombianos que viven en altura tienen alguna ventaja? Todo tiene pros y contras. Quizá estando estos meses en esas altitudes luego sea más difícil adaptarse al calor de Francia".

Y sin apenas competición previa. "La alta intensidad de una carrera es imposible simularla en casa", advierte Artetxe. Hay casos tan llamativos como el de los tres líderes del Jumbo (Roglic, Dumoulin y Kruijswijk) que por diversas circunstancias aún no se han puesto un dorsal en 2020: "¿Si influirá? Sinceramente, no sé qué incidencia tendrá en junio o julio lo que se compitió en febrero. O si contará más la facilidad para coger la forma que tenga cada uno. Hay que pensar que van a estar varios meses sin carreras, como si volviese a ser invierno". Con la diferencia de que, si nada cambia, a su regreso afrontarán todo un Tour de Francia.