Mas: "Deseo hacer dos grandes este 2020: el Tour y la Vuelta"
Enric Mas, natural de Artà, estrenará el maillot del Movistar en la Challenge de Mallorca, en su tierra . Confía en crecer más tras un discreto 2019.
¿Cómo se siente antes de debutar en casa, con sus nuevos colores?
Sinceramente, más ilusionado que cuando llegué al World Tour. Me motiva todo, abrir esta nueva etapa en la Challenge de Mallorca, junto a mis paisanos, colocarme ya un dorsal con el Movistar… Eusebio Unzué apostó por mí y quiero devolverle la confianza depositada. Encima coincidir con Lluis Mas y Albert Torres me parece una locura. De hablar en inglés con el Deceuninck, al castellano y el mallorquín. Me han puesto las cosas fáciles.
¿Presionado por asumir responsabilidades y liderazgo?
No, la presión me la pongo yo. Ni los medios de comunicación, ni las redes, ni nadie que no sea yo o forme parte del Movistar. Porque si Eusebio me pide algo, evidentemente trataré de cumplirlo (risas). Y en cuanto a los galones, el jefe aquí es Alejandro (Valverde). Por experiencia y por su calidad humana y deportiva. Los demás intentaremos hacerlo bien y estar a la altura de las expectativas.
¿Cómo será su relación de compañero con Valverde?
Excelente, como hasta la fecha. De hecho, me aconseja desde hace mucho tiempo. Por él batí a Miguel Ángel López en la ascensión a La Gallina en la Vuelta de 2018. Me dijo: ‘Ojo a la curva del final, entra ahí por delante para ganar’. Después me vi vídeos y me lo estudié 50.000 veces.
¿No le preocupa que el Movistar pase de una tricefalia con Valverde, Nairo y Landa a otra con usted, Soler y Valverde?
No, para nada. Creo que la escuadra se ha renovado con 14 fichajes y todo resultará diferente, pero para mejor. Con Alejandro y Marc existe una amistad, nos conocemos muy bien.
Después de la irrupción de 2018, con su segundo puesto en la Vuelta, en 2019 se frenó ese crecimiento y explotó en el Tour.
Es que reventé, literalmente. A final de la campaña se maquilló un poco con una etapa y un título del World Tour, en China (Guangxi), pero con autocrítica sé que debo rendir mejor.
¿Qué aprendió de su paso por el Deceuninck?
Mucho. Primero, a manejarme con soltura en inglés. También a sacrificarme por otros líderes. Contaré con orgullo a mis nietos, si los tengo, que en el Tour de 2019 trabajé para que Julian Alaphilippe conservara el amarillo y aspirara al podio. Imagino algo similar en el Movistar: si me toca llevar el peso, lo portaré con gusto. Si hay que currar, a currar.
¿Sus objetivos para 2020?
Ufff… Podría decir que conquistar el Tour, aunque ahora mismo sólo me encuentro centrado en disfrutar de mi estreno en la Challenge. Eso sí, me encantaría realizar dos grandes, Tour y Vuelta. Pienso que con 25 años dispongo del bagaje y del motor para doblar. Debo comprobar cómo acabo en Francia y si me seleccionan para los Juegos, que igualmente me gustaría, pero me motiva ese programa. Antes procuraré correr con ambición en París-Niza, País Vasco y las clásicas de las Ardenas.