VUELTA A ESPAÑA
Valverde, el ciclista eterno
El campeón del mundo sube al podio con 39 años. "No dejo de sorprenderme. Mientras el cuerpo me responda, quiero seguir corriendo como siempre”.
Alejandro Valverde, vestido de arcoíris, subió al podio de la Vuelta 16 años después de que lo hiciera por primera vez. Una sonora ovación de los miles aficionados concentrados frente a la Cibeles retumbaba cuando el nombre del murciano sonaba en la voz de Juan Mari Guajardo, el speaker de la carrera. Un ciclista que, con 39 años, ha vuelto a asombrar a todos. Hasta a él mismo. “No dejo de sorprenderme. Sé que voy camino de los 40 años, pero mientras el cuerpo me responda, quiero seguir corriendo como siempre”, advierte el campeón del mundo, que volvió a llevar el maillot multicolor al podio de la Vuelta 42 años después de que lo lograra Freddy Maertens.
Hasta en nueve ocasiones, las mismas que Miguel Indurain, ha estado el español entre los tres mejores de las grandes vueltas. Superviviente de la generación dorada de los Contador, Purito… (todos más jóvenes en realidad), el murciano se tomaba esta temporada, y esta Vuelta, como una fiesta en la que poder lucir ese arcoíris que pareció, el año pasado en Innsbruck, el colofón de su carrera. “Venía a disfrutar, a ganar etapas… nunca imaginé que podría ser el segundo de esta Vuelta”, ha asegurado en varias ocasiones.
El triunfo lo logró pronto, en Mas de la Costa (el 13º en su historial de la Vuelta), pero las circunstancias (la baja de Carapaz, las dudas que transmitía en ocasiones Nairo…) le convirtieron en lo que en la previa negaba: ser el líder del Movistar. La carretera le colocó en su sitio, como el segundo más fuerte de la carrera, a pesar de ser el corredor más veterano del pelotón de esta ronda. Y los focos, que ya tenía asegurados, se centraron en él. En cada salida, en cada llegada… el autobús del Movistar se rodeaba de aficionados para lograr una instantánea de un ciclista incansable, con Tokio 2020 en el horizonte, aunque antes deberá defender ese arcoíris que ayer pudo lucir por última vez.
Yorkshire es el objetivo y nadie se atreve a descartarle. “Creo que llegaré bien y llevamos una gran Selección”, asegura, mientras el seleccionador, Pascual Momparler, sólo se plantea correr para el murciano porque, aunque el circuito no se le adapta tan bien, “es capaz de todo”. Será el penúltimo reto del ciclista eterno, que sigue con ambición. Como ya soltó en esta Vuelta que le ha vuelto a encumbrar: “El abuelo aún no ha dicho su última palabra”.
El Movistar: fin a un ciclo como el mejor equipo en las grandes
Con Alejandro Valverde, segundo, y todo el equipo en el podio como el más fuerte de esta Vuelta, como también lo fue en Giro y Tour, igualando un logro inédito desde el KAS (1974). Así despidió el Movistar un ciclo, como el mismo Eusebio Unzué aseguró en la jornada de descanso de Burgos. Entonces, el mánager de los telefónicos comparecía junto a Valverde y Nairo en una rueda de prensa en la que se vería por última vez a los tres juntos. El colombiano no se pudo despedir con un podio (cuarto) pero “luchando por él hasta el último día, siendo líder y con una etapa”, se recuerda desde un Movistar que sólo quiso rendirle honores en público.
Para el próximo año, su baja se une a las de Mikel Landa y Richard Carapaz, los protagonistas en la cita más brillante para ellos de este 2019, el Giro que encumbró al ecuatoriano. Ahora será turno para Enric Mas, el confirmado fichaje estrella, que llega para tomar el relevo junto a Soler (Valverde cumple 40 años en abril). Sobre ellos recaerá la responsabilidad tras esta era de muchas luces, alguna sombra, y aún el reto pendiente de conquistar el Tour bajo la denominación Movistar.