La Cubilla: un puerto tipo Tour de Francia en Asturias
La Vuelta subirá por primera vez a uno de los santuarios del cicloturismo asturiano, demandado desde hace años.
Es una de las grandes novedades de la Vuelta 2019 (del 24 de agosto al 15 de septiembre), pero para muchos aficionados, más que una sorpresa, significó ver cumplida una petición que se le hacía a la organización desde hacía muchos años. La Cubilla, quizá uno de los puertos más bellos de Asturias, situado en el concejo de Lena, haciendo frontera con León en pleno Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, al fin debutará en la ronda española. Será final en alto de la 16ª etapa, una jornada clave.
"Este es el puerto del cicloturismo por excelencia", nos cuenta Rolando Díaz, vicepresidente del Club Ciclista Puerta de Asturias, quien, junto al presidente, Emilio Fernández, acompaña a AS para reconocer la ascensión. Nadie mejor que ellos para hablar de los detalles de una subida de la que siempre estuvieron convencidos de que sería perfecta para la Vuelta. Incluso ya organizaron, en categoría élite y Sub-23, dos carreras en las que se ascendía hasta la cumbre: la clásica Puerta de Asturias, en 1996, y la Vuelta a la Montaña Central de Asturias, en 2002. "Hemos invitado a dar charlas a Javier Guillén, director de la Vuelta, a Fernando Escartín, director técnico... y siempre les hablábamos de esta subida. Era una vieja aspiración del club y de todos los ciclistas aficionados que han venido y se han quedado maravillados, tiene algo muy especial", cuenta Emilio.
Desde luego, se trata de un puerto diferente, larguísimo, cuya altimetría parece la de un coloso de los Alpes o los Pirineos. Según la medición oficial, arranca desde la localidad de Los Pontones, y son 17,8 km al 6,2%. Pero aquellos que lo han completado saben de sobra que la carretera pica hacia arriba desde mucho antes, en Campomanes, cuando aún quedan casi 28 km para la cima. Desde ahí, los corredores nunca se encontrarán grandes pendientes, pero la calzada agarra "como el pegamento" en una ascensión que se hace eterna. A eso se le suma que el pelotón de la Vuelta llegará con el desgaste acumulado tras el paso previo, y casi encadenado, por dos puertos muy conocidos como San Lorenzo (10 km al 8,5%) y La Cobertoria (8,3 km al 8,2%).
Será un puerto decisivo
"Por eso, la clave estará en cómo llegue cada uno. Cuando hablamos de puertos como el Angliru, sabemos que el que va bien quizá puede subir a 18 km/h, y el que va mal, a 13. Aquí, con buenas piernas, puedes coger velocidades de 20 o 25, mientras que el que va atrancado asciende a 15 y, con tantos kilómetros por delante, le puede caer una minutada", cuenta Rolando, que sube en bici mientras Emilio va aportando datos desde el coche: "Es el puerto perfecto para una carrera como la Vuelta, porque lo tiene todo. Se necesita resistencia por su longitud, potencia porque se puede imprimir mucho ritmo y explosividad para intentar dejar a los rivales".
Sin embargo, lo más llamativo de la ascensión se reserva para sus últimos cinco kilómetros, cuando los bosques de hayas y robles van desapareciendo y el decorado pasa a ser el de inmensas laderas, con vacas culonas y potros pastando en el mismo margen de la carretera, mientras las aves carroñeras sobrevuelan los picos cercanos en busca de alimento. La fotografía quita el aliento y uno se da cuenta de que se encuentra ante uno de los puertos ciclables más bellos de la geografía española. Ese tramo final cuenta con continuas curvas de herradura fácilmente divisables desde la cima, por lo que el aficionado que el 9 de septiembre se acerque hasta la cumbre podrá seguir los últimos kilómetros en directo, siempre que el mar de nubes (como se le llama a la espesa niebla) se lo permita.
Turismo
"¿Se entiende ahora por qué tiene tanta fama este puerto?", pregunta Rolando mientras da sus últimas pedaladas en lo más alto. "La Cubilla no sólo se disfruta cuando se corona, sino que toda la ascensión es una auténtica gozada".
Los dos representantes del Club Puerta de Asturias, que dispone de unos 450 socios en una localidad de 9.000 habitantes como Pola de Lena, aseguran que este puerto ha logrado su prestigio entre los aficionados por el boca a boca, aunque el anuncio de la Vuelta también se ha notado en la afluencia de cicloturistas de otras partes de España y el extranjero. Es un turismo que interesa a la zona, de ahí que ellos se vuelquen con la iniciativa Lena, destino ciclista, que recuerda la cantidad de puertos atractivos para este tipo de visitantes que se pueden ascender en el concejo y sus inmediaciones.
Muchos con una historia contrastada en el gran escaparate que supone el ciclismo profesional, caso de Pajares, Cuitu Negru, La Cobertoria, el Cordal... y ahora La Cubilla, mientras en su tarea de popularizar esta actividad y seducir a las grandes competiciones como la Vuelta, ya tienen otra joya reservada para futuras ediciones: el Gamoniteiru (15 km al 9,6%). Aunque esa ya será otra historia...
La que ahora les preocupa es que la Vuelta sirva para mostrar la belleza de La Cubilla y que los corredores den un bonito espectáculo, porque están convencidos de que la subida se puede convertir en un referente de la carrera en su paso por Asturias. Una ascensión con la longitud de los asfixiantes puertos del Tour, pero con una identidad y características propias, con la belleza singular del paraje asturiano. Emilio lo resume con cierta ironía y una sonrisa en la boca: "¿Una subida tipo Tour? A lo que aspiramos es a que cuando veamos los grandes puertos franceses por la tele, en España se diga que esas ascensiones son tipo La Cubilla".