Faber murió en la guerra sin conocer a su hija
El luxemburgués, que ganó en Nimes en 1910 y pasó líder por allí en dos ocasiones, falleció en la Primera Guerra Mundial, como su rival Lapize, al poco de ser padre.
Nîmes es una ciudad muy presente en el historial de François Faber, también conocido como el Gigante de Colombes por su atípico cuerpo de ciclista: 1,90 de altura y más de cien kilos. Faber ganó en Nîmes en 1910 y en dos ocasiones pasó líder por allí, pero lo más curioso es que en esa misma meta también venció su hermano Ernest Paul en 1909.
Paul competía por Francia y Faber, por Luxemburgo. ¿Por qué? Resulta que Ernest fue uno de los dos hijos que Marie Paul, francesa, tuvo con su primer marido, también francés. Años después de la separación conoció a Jean Pierre Faber, luxemburgués de Wiltz. De la unión llegó François, el 26 de enero de 1887. Según la ley de la época, Faber era francés por nacimiento, salvo que renunciara en su mayoría de edad. No lo hizo inicialmente, pero al final decidió adoptar la nacionalidad de su padre, para evitar el servicio militar de dos años y poder dedicarse plenamente al ciclismo.
A los 17 años, Faber trabajaba de estibador en el Port de Courbevoie, junto a sus hermanos Ernest y Jules, cuando montó por primera vez en una bici prestada por el puerto. Le gustó tanto, que en la primavera de 1906 se compró una Labor y empezó a competir. Fue un ciclista de éxito, que ganó el Tour de 1909, y también estuvo a punto un año después, pero sucumbió ante Octave Lapize, con quien mantuvo una frenética rivalidad.
Lapize y Faber sufrieron el mismo destino: murieron en la Gran Guerra. El luxemburgués ingresó como voluntario con la Legión Extranjera en agosto de 1914: "Francia ha hecho mi fortuna, es normal que la defienda", explicó. En febrero de 1915 ascendió a cabo, en las fechas en las que conoció que su mujer, Eugenie, estaba embarazada. El 5 de mayo recibió un correo con el nacimiento de su hija Raymonde, con tiempo para responder por carta para recordar a su pareja que "como nadie es inmortal", todos sus bienes les pertenecían a ellas. El día 9, Faber desapareció en la Batalla de Artois. Otro soldado también ciclista, L'Archevêque, salió a buscar su cuerpo, pero nunca fue encontrado. Una versión cuenta que el enemigo le abatió cuando saltaba de alegría por su paternidad. No fue así. Faber supo la noticia cuatro días antes de morir. Se marchó siendo padre.