Superman: "Aún aspiro a cosas bonitas, no hay que rendirse"
El colombiano, tercero en el Giro y en la Vuelta de 2018, no se da por vencido desde la sexta posición de la ronda italiana, a 6:17 del rosa de Carapaz.
-Tercero en 2018 en el Giro y en la Vuelta, aseguró en la previa que sólo le valía la maglia rosa en 2019.
-A eso aspiro todavía, ¿por qué no? Nunca debes rendirte. Me noto con mucha motivación por conseguir cosas bonitas. Quizá el rival más fuerte sea Carapaz. También habrá que vigilar a Nibali, a Roglic y a Landa. Espero encontrarme con ellos en la pelea y acabar lo más arriba posible en lo que resta de prueba. No me descarto. Gozo de salud y buenas piernas, se torció la suerte.
-Aún quedan 17 kilómetros de crono en Verona. Arrancó bien en Bolonia, pero pinchó en San Marino. ¿Cuánto le penaliza la especialidad?
-Mucho, resulta evidente que me perjudican alrededor de 60 kilómetros de contrarreloj. Este invierno trabajé duramente en la bicicleta de crono. Calculaba no perder más de dos minutos, así que situarme a más de cuatro complicó muchísimo la lucha por la camiseta rosa.
-¿Cómo enfocará ese asalto al cajón?
-La exigencia se concentra durante esta última semana. Y por eso pretendo responder de la mejor manera, correr al ataque, como me gusta. En Montoso surgió una buena alianza con Mikel Landa y recortamos casi medio minuto. En Pian del Lupo y Lago Serrù actuamos agresivamente, con un Astana con ambición, aunque la estrategia no funcionara al sufrir otro inconveniente percance mecánico (en la contrarreloj de San Marino pinchó). En el Mortirolo rodé con los de punta. Se trata del camino a emprender: atacar y disputar las etapas con la intención de aprovechar cada ocasión para recuperar terreno.
-A pesar de su juventud y sus 25 años, ya es padre.
-El nacimiento de un hijo te cambia la perspectiva sobre la vida. Cuesta separarse de él, pero es mi trabajo y también me apoyan desde Colombia. Me siento muy motivado para ofrecer a mi familia un gran resultado. Considero a mi niño (Miguel Jerónimo) mi pasión, mucho más que el ciclismo.
-En el pelotón señalan que le falta cierta mentalidad ganadora o de liderazgo.
-No pienso así. No me distraigo en las competiciones. Todo no puede ser perfecto, y de una ronda a otra aprendes y sacas cositas nuevas. De 2018 extraje buenas experiencias de mis dos podios en el Giro y en la Vuelta, cuento con un poderoso Astana que me respalda, y deseo dar lo mejor de mí hasta el final.
-Marcha sexto de la clasificación. ¿Qué necesita para su remontada y alcanzar las posiciones nobles?
-Invertir menos tiempo que los adversarios, y únicamente lo lograré si meto diferencias en las montañas este viernes y el sábado, antes de que lleguemos a Verona.