Con 21 años Julen Irizar (Bergara, País Vasco) dio al salto al profesionalismo (en el mes de julio) con el Euskadi Murias. Casi cuatro años más tarde, el ciclista vasco continúa creciendo y destacando en carreras como el Tour de Yorkshire, que disputa por segundo año. En 2018 aprendió y en 2019 está comenzando a asomar la cabeza. Dos etapas y dos 13º puestos. “Más que el resultado me quedo con que voy encontrando mis sensaciones y eso te anima a seguir. La prueba la conozco del año pasado y es un tipo, con carreteras estrechas y cotas cortas, que se me dan bien y me gustan”, admite a As. Le quedan otras dos etapas, y aunque él es cauto en su equipo confían en que pueda sorprender: “Tienes que estar bien y que darse otras circunstancias en carrera para que salga un buen resultado”, añade.

Irizar se siente cómodo en las clásicas, carreras en las que es importante lo que uno trae aprendido, algo que desde 2016 ha ido aumentando. “Debutar joven me ha dado experiencia. Saber como funcionan las carreras si están unos u otros, aunque luego pueda salir de otro modo. Pero esa veteranía te permite saber como comportarte y mejorar a la hora de entrenar y cuidarte”, admite. Precisamente, de cara a seguir mejorando, ha tenido de una de las mejores oportunidades hace unas semanas en la Flecha Valona. “Personalmente no tuve un buen día porque una avería me dejó fuera, pero fuera de eso fue muy bonito poder estar en una carrera con la que has soñado desde niño”.

La invitación de su equipo, el Euskadi Murias, refleja el buen trabajo que están haciendo. Lograron asistir a una de las grandes clásicas del año y para ASO, organizador del Tour y la Vuelta entre otros, comienzan a ser uno de los conjuntos recurrentes (este año también estuvieron en Omán invitados). “Que uno de los mayores organizadores de carreras confías en nosotros y nos den estas oportunidades es increíble y nos hace mucha ilusión. Correr estas carreras te aporta muchas cosas deportivamente”, concluye Irizar antes de tomar la salida para una nueva jornada del Tour de Yorkshire. En 2018 logró su primer triunfo profesional (Gran Premio de Portugal) y en 2019 apunta a más. El clasicómano del Euskadi Murias mira alto.