La celebración de la prueba masculina absoluta del Mundial de Ciclocross en Bogense nos dejó, además del título de Mathieu Van der Poel, varias imágenes nada deseables durante la carrera.

Van der Poel tuvo que soportar durante la prueba numerosos insultos de aficionados belgas e incluso en las imágenes de televisión se les ve haciendo gestos obscenos. Adrie Van der Poel, padre del ciclista, también comentó que a su hijo le arrojaron cerveza durante la prueba.

Tras conocer lo sucedido, la Federación de Ciclismo de Bélgica emitió un comunicado lamentando la actuación de estos aficionados. "Es lamentable que algunos aficionados, afortunadamente, una minoría no tienen el mismo punto de vista. Nadie, incluida la Federación de Ciclismo de Bélgica, se beneficia de un comportamiento antideportivo y ofensivo. La gran mayoría de seguidores belgas que viajaron a Dinamarca hicieron de los Mundiales de Bogense una fiesta popular. Es inaceptable que unas pocas personas rompan esa atmósfera única y la Federación de Ciclismo de Bélgica quiere pedir perdón por ello".