CICLISMO | MUNDIALES EN INNSBRUCK
Barceló, baza en Sub-23: "En un Mundial sólo tienes una bala"
Fernando Barceló es una de las jóvenes promesas del ciclismo español que quiere poner la guinda a su gran año en el Mundial: "Ojalá pueda ser con una medalla".
Fernando Barceló es un oscense de 22 años que ha confirmado esta temporada en el Euskadi-Murias y en la Selección que es de los ciclistas con los que hay que contar en el futuro. Ganador de etapa en el Tour del Porvenir, bronce europeo Sub-23 y con buenas actuaciones en Ordizia (cuarto) o el Alentejo (séptimo), espera lograr este viernes en el Mundial de Innsbruck Sub-23 la guinda a su gran año: "Por la trayectoria que llevo, no sería excesivo decir que puedo ser candidato a medalla, pero la temporada ha sido larga, llevo 65 días de competición, y las piernas no van sólo con el nombre o con el palmarés".
Aún así, es optimista y asegura que el circuito le viene "muy bien". Una prueba (179,9 kilómetros y 3.000 metros de desnivel), donde formará Selección junto a Ibai Azurmendi, Jaime Castrillo, José Félix Parra y Roger Adriá, y en la que espera que España pueda demostrar que cuenta con un equipo fuerte: "Teniendo una selección buena como la que tenemos, hay que estar en todos los cortes". Y él intentará aparecer en el momento en el que se decida todo : "Será una carrera loca y hay que jugar bien la carta ganadora. Al final, en un Mundial, sólo tienes una bala para gastar. Hay que hacerlo en el lugar idóneo y en el momento oportuno". Más en una carrera con nombres como el ucraniano Mark Padun o el colombiano Iván Sosa.
Un momento clave para este corredor que, desde su etapa en la Fundación Contador, suena con fuerza. Y es consciente de que el ciclismo español está en una fase en la que la afición busca nuevos nombres que ilusionen: "Es ley de vida, pero es una equivocación intentar encontrar un nuevo Contador o un nuevo Indurain, son casos excepcionales. Mira Bélgica, ¿cuántos años llevan buscando un nuevo Merckx? Y no lo encuentran, pero han tenido ciclistas excepcionales como Boonen, Van Avermaet o Gilbert. Hay que disfrutar de cada uno evitando las comparaciones".
Pulido encima de una BMX
Aún así, él se muestra orgulloso de que se le tenga en cuenta en un deporte que siempre le llamó la atención. "En mi casa mi padre siempre ha montado, y aunque nunca compitió, en mi casa siempre se ha respirado ciclismo". Eso no evitó que probara antes en otros deportes: "Practiqué natación, tenis o fútbol sala… ¡incluso judo! Pero a mí me gusta estar al aire libre y buscar mis límites ante los rivales".
"Competir, casi sólo he hecho carretera, pero también he sido muy aficionado a la BMX", cuenta este firme defensor de que esta disciplina es una fantástica preparación para la ruta. Estoy convencido, los años de cadetes y juveniles salía mucho con la BMX. No competía, sino que hacía un poco el ‘gamberrete’ por la ciudad (risas). Pero pillas destreza y mucha habilidad que luego se nota sobre la bici de carretera".