Si los aficionados españoles acudieron ayer a Madrid a arropar a un Enric Mas convertido en nueva figura, los colombianos, muy presentes en todas las cunetas de esta Vuelta, tampoco faltaron para jalear a Miguel Ángel López. Superman subió al tercer escalón del podio después de una prueba en la que estuvo muy activo, pero de la que también habló con autocrítica: “Quizá fallé en jornadas en las que no debí ceder cierto tiempo”.

Aún así, se mostró orgulloso de lograr uno de sus objetivos: “Quería estar entre los tres primeros y ganar una etapa. El triunfo no fue posible, pero nos sentimos orgullosos de hasta dónde se llegó. Tanto todo el equipo como yo hicimos un gran trabajo, lo peleamos e igual nos faltó algo de suerte”. López se convirtió ayer en el séptimo colombiano en alcanzar el cajón de la Vuelta y hubo otros dos compatriotas en el top-10 de la carrera: Rigoberto Urán acabó en la séptima plaza y Nairo Quintana, en la octava.