Las principales arterias de Madrid vieron como 150 escolares de la Comunidad de Madrid pusieron el broche de oro a la octava edición de la Vuelta Junior Cofidis. En 2018 esta prueba ha tenido diez paradas y en total han participado 1.500 escolares de todas partes de la geografía española. "La iniciativa gusta y siempre quieren que repitamos, pero nos debemos adecuar al trazado de la Vuelta. Eso sí, cuando hay una ciudad llana en el recorrido ahí está la Asociación de Ciclistas Profesionales organizarlo", reconoce José Luis de Santos, presidentes de dicha institución.

El trabajo comienza antes de la Vuelta a España. Ya que para la selección final, la asociación imparte clases en colegios de las zonas que van a visitar. "Sobre todo lo que queremos es inculcar los valores de sacrificio y compañerismo de este deporte. Además, de educar en seguridad vial. Todo lo que hacemos provoca que salgan adultos responsables y ayudan a concienciar a todos los que están a su alrededor. Muchos nos cuentan que incluso ‘riñen’ a sus padres si ven que hacen algo que no está bien (risas). Queremos concienciar sobre la importancia de respetar al más débil en carretera".

Concienciación, divulgación y diversión. Esos son los tres pilares de la Vuelta Junior Cofidis. "La verdad que la ilusión de los niños es más importante. Verlos disfrutar por la misma carretera que unas horas más tarde pasan los profesionales es increíble. Después el día es festivo y pueden compartir momentos con sus ídolos en las carpas que nos proporciona la organización, que son los ciclistas profesionales. Es mágico", concluye De Santos.