30 años del Tour de Perico: "¡Tira Miguel que la liamos!"
En 1988, con el exitoso regreso del segoviano al Reynolds de Echevarri, llegó la etapa de Alpe d'Huez. ‘¡Tira, tira Miguel, que la liamos!”. Le dijo Perico a Indurain. Se lió.
“El ciclismo nunca te dará de comer”. Es la frase que un profesor, Segundo García, le soltó a Pedro Delgado para frenar su fiebre por la bicicleta. Una bici que se había comprado en verano, con 13 años, vendiendo el El Adelantado por las calles. Pero el hijo de don Julio acabaría más tarde dejando sus estudios para ATS y enrolándose en el Reynolds de José Miguel Echávarri, un exciclista que soñaba en amarillo. Con el Tour. El chico de Segovia no tenía sueños tan grandes aún. Luego se iría enamorando, a base de desengaños, de una carrera mítica que acabó ganando un 24 de julio de 1988.
“La gente se mofaba de nosotros en el pelotón y nos decían, ‘dónde váis”, recuerda Echávarri. Había llovido mucho desde los triunfos de Bahamontes (1957) y Ocaña (1973). Tour de 1983: debut y bautismo de Delgado como El Loco de los Pirineos por su descenso del Peyresourde. Llegó a ir segundo en la general y una pájara en la Croix de Fer le tumbó. En 1984 se rompió una clavícula bajando Joux Plane. En 1985, sexto con victoria en Luz Ardiden. En 1986 abandona por la muerte de su madre. En 1987 acaba segundo con el PDM holandés. La frase “¡Ataque de Delgado, ataque de Delgado!” sobresaltaba las siestas de julio y levantaba a España.
Y llegó 1988 y su retorno al Reynolds de Echávarri. Y la etapa de Alpe d’Huez. Y el salvaje ritmo de Arroyo, Hernández y Rodríguez Magro. Y el famoso “‘¡Tira, tira Miguel, que la liamos!” de Perico a Indurain, su delfín. Y se lió. Salió líder de allí y llegó de amarillo a París. El ciclismo sí le dio de comer. Un gran banquete.