La etapa del Tour de hoy: llegan los 21,7 kilómetros de pavés
Hoy se afronta una de las jornadas más decisivas del Tour de 2018. El pelotón deberá cubrir 15 secciones de adoquines: "Consistirá en sobrevivir".
Llegó el Día D. Hoy se afronta el temido pavés: 15 sectores, 21,7 kilómetros de adoquines de los 156,5 que conectarán Arras con Roubaix. En el Tour se palpan los nervios. La importancia de una jornada clave. Por eso, los equipos han preparado material especial. Movistar llevará tubulares de 28 mm, más anchos, menor presión y cintas más mullidas para el agarre. En los demás elementos no introducirán novedades, aunque repartirán 90 ruedas entre los tramos para actuar en caso de percance.
El Sky tendrá más de todo: incorporará amortiguación y frenos y cambios en la parte superior del manillar, al gusto de cada ciclista. Aparte, contará con más de 50 personas en las distintas secciones con bidones y repuestos. Disponen de un grupo de WhatsApp propio. Y el Bora, aún más meticuloso, reforzará los tubulares con una capa extra de costura y caucho, e hinchará las ruedas con una mezcla de nitrógeno y aire. Cualquier previsión parece poca, pero la clave la da Peter Sagan: “Conocer el terreno y saber ir lo más rápido posible”.
Ahí cojea el Movistar. Sólo inspeccionaron las piedras un día, en un entrenamiento, y ninguno de sus tres líderes es un especialista. Al contrario. Aun así, Mikel Landa se muestra ansioso por superar la prueba: “Me encuentro bien y con ganas de quitármela de en medio”. ¿Qué táctica seguirán? “Correremos juntos, para reaccionar si ocurre algún incidente”. Alejandro Valverde asegura que Erviti se convertirá en su sombra, Bennati, en la de Nairo Quintana, y Rojas, en la de Landa. Con cinco gregarios pendientes de tres jefes, el colombiano resume el sentir general: “Consistirá en sobrevivir. Al menos no lloverá”.
A Jonathan Castroviejo le han encomendado una misión en el Sky: entrar a toda mecha en el primer sector. La escuadra británica pretende lanzar la carrera, proteger a Froome y otorgar libertad a Thomas, capaz de pelear cara a cara con Sagan, Van Avermaet, Demare, Kristoff o Degenkolb. Aunque el galés optará al maillot amarillo esta tarde, el plan del Sky no varía en absoluto: únicamente Froome porta los galones. Las cosas claras.
Muchos miran a Vincenzo Nibali, quien cimentó su victorioso Tour de 2014 en la etapa del pavés: “No sé si saldrá igual de bien. En 2015 también hubo adoquines y no logré ninguna diferencia”. El italiano explica que Colbrelli y Haussler ejercerán como capitanes de ruta: “Son mis expertos. Intentaremos dejar atrás al resto de adversarios”. Para El Tiburón, las piedras de 2018 resultarán “más difíciles” que las de anteriores ediciones: “No se trata de una superficie plana, sino irregular y complicada”. Y concluye: “Es la Roubaix, prácticamente”. El Día D.