Gaviria y Greipel, relegados por su enganchón en el sprint

Abocado a avanzar entre las vallas y André Greipel, Fernando Gaviria intentó abrirse hueco a base de cabezazos. El primero, cuando el alemán cambió ligeramente su trayectoria y le cerró. El segundo, por el enfado de frenar y ver cómo se le escapaba la oportunidad de victoria. Greipel también forcejeó con Nikias Arndt. Como chocaron los unos con los otros y pusieron en peligro a los demás, los árbitros de la Unión Ciclista Internacional (UCI) tomaron la decisión de relegarles a los dos a los últimos puestos de su grupo.

Pero todavía hubo más: traspasada la línea de meta de Amiens, a Gaviria se le cruzaron los cables y le tuvieron que sujetar para que no saliera disparado en busca de Greipel. “Ese p… me encerró”, gritó el colombiano. Con un importante enfado se dirigió al autobús del Quick Step. Aunque se esperaban sus palabras, no atendió a los medios de comunicación y el equipo se marchó directamente a su hotel en Vendin-Le-Vieil.

Greipel sí habló en la llegada: “No entiendo esa actitud agresiva de Gaviria. No existía espacio por el que pudiera meterse y simplemente defendí mi posición. Debí frenar por sus empujones y perdí una oportunidad de triunfo”. Al conocer la descalificación tuiteó con un mosqueo creciente: “Nada que añadir a lo que dijeron los comisarios. Cuando lanzas el sprint sigues una línea. Sin ojos en la espalda, no permito que nadie me saque de ahí a golpes. Me robaron mi ocasión de ganar y, además, la segunda plaza”.