La Itzulia: llega la gran cita de la temporada júnior
Este jueves arranca la Vuelta a Bizkaia, considerada la Itzulia junior, una cita marcada en rojo en el calendario del equipo Polartec-Kometa.
Nacida en 1995 como respuesta al vacío existente en la categoría dentro del calendario júnior vasco en lo que a pruebas por etapas se refiere, la Vuelta a Bizkaia, la Itzulia junior ha ido mucho más allá y no es sólo una gran carrera en Euskadi, sino que se ha convertido en una de las grandes citas del verano dentro del calendario continental. Impagable es la labor, año a año, de la Sociedad Ciclista Balmasedana, creadora y gestora de una prueba que para muchas formaciones, y el Polartec-Kometa júnior no es una excepción, es la más importante del curso competitivo.
En la Itzulia se encuentra los mejores equipos españoles, varios extranjeros y muchos de los grandes campeones del mañana. Una prueba júnior, sí, pero de altura y nivel. Una cita en la que el actual Polartec-Kometa ha brillado en el pasado: en 2015 se impuso en su general Tomeu Gelabert, con Joan Bou en tercera posición; dos años antes Enric Mas acabó segundo; y en ambas ediciones la estructura, se impuso en la siempre buscada general por equipos.
A Joan Marc Campos, Manuel Jesús Carrellán Luis Miguel Mendoza, Carlos Rodríguez y Juan José Rosal, elegidos para competir en la prestigiosa cita vasca, se le añade el belga Davide Bomboi, que dentro de los convenios de colaboración que mantiene la Fundación Alberto Contador llega cedido por el Acrog Cycling Team para afrontar la Iztulia. No es un desconocido en absoluto ni para el calendario español (con algunos éxitos en tierras aragonesas y valencianas) ni para el equipo júnior de la Fundación. Bomboi, familiar de todo un campeón mundial y un icono sobre el empedrado de Flandes y Roubaix como Tom Boonen (su padre y Tommeke son primos, indica), ya compitió el año pasado en esta prueba bajo el paraguas de la Fundación.
“Estoy bastante contento con mi estado de forma en este momento. Hace una semana terminé tercero en una gran carrera en Bélgica, así que creo que estoy listo para la Itzulia. El año pasado tuve algunos problemas de espalda que me causaban mucho dolor durante las etapas, lo que hacía que no pudiera rendir como me hubiera gustado. Todo eso ha quedado olvidado ya, por lo que estoy listo para ‘rockandrollear’ en España. La Itzulia es una carrera muy bonita, pero también muy dura por su gran número de montañas. Este año el recorrido es distinto al del pasado, pero puedo hacerme una idea de lo difícil que va a ser. Y por supuesto estoy muy contento con esta impresionante oportunidad que me brinda el equipo Polartec-Kometa”, comenta Bomboi poco antes de viajar hasta la Península.
“Sin duda la Iztulia es la mejor carrera”, admite el director Guillermo Gutiérrez. “En ella están los mejores equipos y muchos de los mejores corredores de la categoría. Creo que llegamos en un muy buen momento, avalados por buenos resultados y por buenas actuaciones grupales. Nuestra principal baza será Carlos Rodríguez, que viene a por la general y que tiene en la mente los Europeos de la categoría. Y aunque nunca es fácil controlar estas carreras, en la Iztulia aún es más difícil por el hecho de competir con un corredor menos”. El granadino busca inscribir su nombre en un palmarés donde ya están ciclistas como Iván García Cortina (2012), como Mikel Landa (2007) o Jonathan Castroviejo (2004, 2005). Iban Mayo fue el campeón de la primera edición de la carrera.
El recorrido, fiel a las hechuras de la quebrada orografía vasca, presenta una cronoescalada de siete kilómetros en el segundo sector de la cuarta etapa que se presupone como fundamental. “Creo que será muy decisiva. Aunque no sea una cronoescalada muy dura, las rampas son muy constantes, prácticamente sin descansos, y seguro que hará daño a alguno de los que estén disputando la carrera. Sin olvidar las fatigas acumuladas tras las tres primeras jornadas. Hay que tener especial atención a la primera etapa, ya que el último puerto está tan solo a seis kilómetros del final. Posiblemente no sea un día para ganar la Itzulia, pero sí de perderla. Pero cada etapa nos obligará a estar muy atentos a las fugas, porque con seis ciclistas por equipos es más difícil de controlar”.