En 2000 Roberto Solozábal (Madrid, 49 años) decidió colgar las botas tras 13 años de profesional. Ganó el oro olímpico en Barcelona 92, tres Copas del Rey y una liga con su Atlético de Madrid. En el momento de su retiro tenía 31 años y tras varias campañas jugando en el Betis dejó el fútbol. No fue obligado por lesiones, la decisión era propia. "Desde que lo dejé sabía que no quería ser entrenador. El fútbol te come mucho tiempo y no quería eso, había trabajado muchos años para ganarme mi tiempo y fue lo que comencé a hacer", reconoce el excentral.

El fútbol pasó a ser secundario en su vida y decidió hacer lo que quería. Uno de sus primeros deseos, el ciclismo. "Fue retirarme y comencé a montar en bicicleta", admite. "Pero lo hacía por diversión. Comencé a hacer muchos deportes. A mi me encanta y probaba todos los que me llamaban la atención. Pero todo a mi aire, sin presión", añade. Pasaron 13 años de su retirada (2013) cuando su concepción varió. "Conocí al que ahora es mi entrenador, Pablo Cabezas, y me enganché a la bicicleta de carretera. Así, me propusieron hacer el Ironman de Lanzarote. Acepté tres meses antes de su realización, me preparé y ahí comenzó todo".

Lanzarote fue su primera prueba y el despertar de su gen competitivo, aunque con matices. "Esto no es mi trabajo. Es mi hobbie. A mi no me gustaría ser profesional, cuando algo se convierte en tú trabajo deja de divertirte. Me gusta entrenar, lo hago todos los días y me voy marcando retos, como la Andalucía Bike Race (que disputó la semana pasada)", afirma. No hay presión, pero sí buenos objetivos.

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En casi cinco años ha disputado las pruebas más bonitas y duras del mundo. El objetivo: superarse a sí mismo. "Cuando corrí la Titan Desert me dí cuenta de lo que realmente podía llegar a hacer. Pense que no sería capaz de hacer tres horas a máxima capacidad y después... otras dos por encima, fue increíble", apunta. Pese a ello, ya acumula premios en su 'nueva carrera'. Destaca su victoria en la Powerade Madrid-Lisboa (carrera de BTT non stop en la que los ciclistas van de Madrid a Lisboa en un máximo de 55 horas) en la categoría de parejas. Lo logró con otro ex, en este caso del balonmano, Samuel Trives.

Retos, buenos momentos y adrenalina, eso es lo que persigue Roberto Solozábal, quien siempre será recordado por sus logros futbolísticos, de los cuales no guarda demasiados. "Si alguien entra en mi casa no pensaría que es de un exfutbolista. No soy nada materialista. No tengo casi recuerdos de mi carrera. Mi medalla de Barcelona, por ejemplo, estaba en el museo de la Federación y ahora irá al del Atlético. Lo importante es ganar un torneo así, no lo que te que dan", concluye Solozábal. Exutbolista y biker de resistencia.

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