El ciclismo español no ha tenido un buen año, es una obviedad. El ejemplo más claro se puede ver en el podio de las tres grandes (Giro, Tour y Vuelta), donde esta temporada no hubo presencia española en ninguno de ellos, hecho que no se producía desde hace 52 años (1965). Para situarnos, en la década pasada España subió al podio del Tour hasta en diez ocasiones, siendo cuatro de ellas en lo más alto. En ésta, tres podios y ningún triunfo. Choca más en la Vuelta, carrera por excelencia para nuestros corredores pero donde la participación internacional este año ha sido inmejorable (Froome, Nibali...). Entre 2000 y 2010, 23 podios y ocho victorias; del 2010 hasta ahora, nueve podios y solo tres triunfos. Devastador.

Las nuevas reglas de la UCI para la próxima temporada, que ha reducido el número de corredores de nueve a ocho en las grandes vueltas y de ocho a siete en el resto de carreras, puede agudizar el problema: de los 41 ciclistas que estaban este año en el World Tour pasarán a ser 32 en 2018, un 20% menos.

Once han sido los ciclistas que han abandonado la máxima categoría. Los hermanos Herrada (Cofidis), Rubén Plaza (Israel Cycling Academy) y Javi Moreno (Delko), descienden un escalón a categoría Pro Continental. Jon Ander Insausti, por su parte, baja dos (Continental) y correrá en Fundación Euskadi.

Capítulo aparte merecen los retirados, lista que encabeza Alberto Contador. El de Pinto abandonó el profesionalismo junto a dos compañeros del Trek, su inseparable Jesús Hernández y Haimar Zubeldia. A ellos se sumó Ángel Vicioso, que a los 40 años decidió poner punto y final a su carrera. Losada, que pasará al MTB, y Samuel Sánchez, que se expone a una sanción de cuatro años por dopaje, completan la nómina de corredores españoles que dejan el World Tour.

Por contraposición, el pelotón español tan solo contará con dos incorporaciones: los dos Jaimes, Rosón y Castrillo, de 24 y 21 años respectivamente, que harán que la media se sitúe cercana a los 29 años (28’9). Ambos desembarcan en el Movistar de Eusebio Unzué, único equipo español en la máxima categoría y que, a su vez, cuenta con el mayor número de españoles en sus filas (14), seguido por el Sky de Froome con 4 y, en el tercer lugar e igualado con 3, Astana y Bahrain.

Mirando al futuro inmediato y con la incógnita de la recuperación de Alejandro Valverde (37 años), los focos apuntan en una misma dirección: Mikel Landa (27). Tercero en el Giro 2015 y cuarto en el Tour del pasado año, pasa por ser el pulmón más claro que pueda insuflar aire a la delicada situación que vive el ciclismo español.

Surgen Murias y Burgos-BH

No hay mal que por bien no venga, que reza el refrán. El hecho de que la presencia española se desinfle en el World Tour hará que gane protagonismo en categoría Pro Continental, segundo escalafón del profesionalismo. Sobre todo, gracias a la aparición de dos nuevos equipos: Euskadi-Murias y Burgos BH. Sin cerrarse el total de plantillas de la categoría para la próxima campaña, la cifra de españoles supera ya los 50. El Caja Rural, consolidado desde hace varios años, seguirá siendo la referencia española.