Quise ser valiente, sabía que era un riesgo y lo pagué al final”. Así resumió Alberto Contador su actuación camino de Hoya de la Mora, una etapa en la que el resultado no fue bueno, cediendo en el último kilómetros del grupo de Froome, pero en la que volvió a ser protagonista con un ataque lejano con el que llegó a tener más de un minuto con el resto de los favoritos. ¿Se precipitó? “Es mi forma de correr, lo intenté y quizá di demasiado impulso a la fuga en un puerto donde se iba muy cómodo en grupo. Pero corro como me apetece y, aunque suene mal, hago lo que me da la gana. Para mí limitarme a ir en el pelotón es muy complicado, me gusta probarlo”, explicó en la meta.

Para el madrileño, que llegó a ser tercero virtual de la carrera, se complica el podio. Todo por no ser capaz de seguir la rueda de Miguel Ángel López, con el que atacó y que acabó llevándose la etapa. “Era buena compañía, pero fui quizá demasiado generoso. Hizo varios ataques y en uno decidí sentarme y subir a mi ritmo”, comentó Contador, que bajó a la novena posición, a 3:59 de Froome, y a 1:51 de la tercera plaza que ahora ostenta Ilnur Zakarin.

Y es que el ruso del Katusha, con su aceleración final, se aupó al podio. Llegó agotado, pero satisfecho de colocarse en la tercera plaza: “Estoy muy cansado, a pesar de que el ataque en la última parte fue lo mejor que podía hacer: resultó el momento idóneo”.

Mal día. Peor le fue a David de la Cruz, que se dejó 5:23 con el ganador y perdió muchas de sus opciones de pelear por el cajón. El de Sabadell, que llegó con gesto contrariado, volvió a sufrir un problema mecánico que le obligó a cambiar de bici: “Fue duro, otra vez me vi obligado a hacer una crono en solitario y en este puerto se paga. En esta Vuelta siempre voy a contrapié”.