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CICLISMO | CLÁSICA DE ORDIZIA

Sergey Shilov da la sorpresa imponiéndose en Ordizia

El corredor del Lokosphinx sorprendió a un Adam Yates justo de piernas en el Alto del Alzo y se convirtió en el segundo ruso en ganar esta prueba.

Sergey Shilov da la sorpresa imponiéndose en Ordizia
Twitter: @goierriHitza

No hubo doblete de los Yates en Ordizia. Adam aspiraba a suceder a su gemelo Simon como ganador de la Clásica de Ordizia, pero una pájara en los metros finales la aprovechó un desconocido para el gran público, el ruso del equipo Lokosphinx Sergey Shilov, para llevarse el gato al agua. Shilov dio positivo en abril de 2016 por Meldonium. No se le sancionó porque la sustancia acababa de incluirse entre las prohibidas por la UCI, pero si se le retiraron algunos resultados. Ahora está totalmente habilitado para la competición.

La carrera estuvo dominada de principio a fin, cómo era de esperar, por los hombres del Orica-Scott australiano y fue fiel a su desarrollo habitual. Hubo ataques desde el principio y pronto se formó una escapada en la que se colaron algunos corredores fuertes: Simon Gerrans, del Orica, o Garikoitz Bravo, del Euskadi-Murias, estaban entre ellos. El pelotón no se lo tomó muy en serio y les dejó hacer hasta que la diferencia de los 23 de cabeza llegó a los 2:30. Ahí controlaron con la ayuda de un Movistar que buscaba una oportunidad para Gorka Izagirre, tres veces campeón aquí, y en el que destacó la labor de Antonio Pedrero.

Así la diferencia fue bajando hasta que se llegó al Alto del Alzo. La fuga quedó entonces neutralizada y llegó el turno de los favoritos. El primero en saltar, cómo no, fue Adam Yates. Consiguió abrir hueco y sólo pudieron seguirle con garantías Izagirre y el francés Loubet en un principio. Parecía que estaba todo el pescado vendido, pero el repecho final se le atragantó a Yates. Pájara del británico y por detrás llegó Sergey Shilov, el más listo de la clase, para inscribir por segunda vez un nombre ruso en el palmarés de la Clásica de Ordizia y dejar a los Yates sin su anhelado doblete.