Froome: "No pasa nada, son heridas sin importancia"
El británico se cayó a 30 km de la meta, hizo rodillo, como acostumbra, pero le enfadó verse involucrado en la montonera y tener que perseguir.
Tony Martin no ganó la crono de Düsseldorf y al salir de su Alemania natal se cayó en una deslizante rotonda a 30 kilómetros de la meta. Se llevó consigo a la mitad del Sky: tiró a su compatriota Knees, a Kwiatkowski, a Rowe, a Thomas… y a Froome. También a Bardet, Porte o Amador, en principio sin consecuencias serias. El defensor del título sufrió erosiones en glúteo y costado, como sus compañeros en las piernas. En el Sky se encargaron de desactivar cualquier alarma. “No le pasa nada malo. Froomey sólo tiene golpes y heridas superficiales”, confirmó Nicolas Portal, su director: “Cambió de bicicleta dos veces, pero no entramos en pánico nunca”.
El británico no perdonó su sesión de rodillo para soltar la musculatura al concluir la jornada, aunque llegó con mala leche: “Sólo una pregunta”. Y la respondió: “No hay ningún problema de salud, un poco de piel y roces sin importancia. A nadie le gusta caerse y perseguir, pero no cedimos tiempo. Así funcionan las carreras”. Geraint Thomas, líder del Tour, se expresó en la misma línea tranquilizadora: “No necesitó la ayuda del resto de nosotros. Si hubiéramos visto el peligro, habríamos reaccionado con más hombres y urgencia”. En la meta, Thomas se acercó a Froome y le soltó una palmadita cariñosa en el culo: “El jefe está bien”.
El Sky se encontró con una polémica previa al susto. Fred Grappé, técnico de desarrollo del FDJ, acusó al equipo de usar unos maillots elaborados con vortex en la crono de Düsseldorf: “Este material permite un 7% más de penetración del aire, los corredores generan 30 vatios extras y logran unos 25 segundos de ventaja”. FDJ y BMC presentaron una reclamación, que se resolvió a favor del Sky: “La UCI ya homologó todos nuestros componentes”.