Sagan, el ciclista de moda: tres etapas, verde y combatividad
El eslovaco de 26 años, vigente campeón del mundo, cierra su Tour con tres triunfos de etapa y subiendo dos veces al podio de París.
Al margen de los focos de la clasificación general, el Tour de Francia 2016 ha permitido brillar por enésima vez a Peter Sagan. El eslovaco de 26 años, vigente campeón del mundo y máximo exponente de la generación de 1990, ha cumplido en las carreteras galas con su faceta de ciclista todoterreno, potente llegador y showman del pelotón. Tres triunfos de etapa, dos días vestido de amarillo, la clasificación de la regularidad y el premio al más combativo dan buena fe de ello. "Estoy muy contento, ahora toca descansar un poco y preparar los Juegos Olímpicos con la bicicleta de montaña (no competirá en la prueba de ruta)", decía en París.
Hace ahora un año, Sagan se marchaba del Tour vestido de verde, pero con la pesada carga de salir sin triunfos y haber sido segundo en cinco etapas. Tras conquistar el Mundial de Richmond, se antojaba difícil que el maillot arcoíris pudiera arrastrarle a un gafe mayor que el de célebre segundón. Y ha seguido alzando los brazos, como era de esperar.
Ya le había ido bien en la primera fase de la temporada (venció Gante-Wevelgem y el Tour de Flandes, su primer Monumento), pero en Francia se ha reivindicado como corredor del momento. Con su llegada en Cherbourg imponiéndose a Alaphilippe para lucir el maillot de líder, propiciando el abanico de Montpellier junto a Chris Froome o imponiéndose por milímetros en el sprint de Berna, en casa de Cancellara. Ya suma 5 clasificaciones de la regularidad y 7 victorias en el Tour, 84 en total como profesional. Pero no sólo los triunfos hacen de Peter Sagan un corredor diferente. Pocos pelean como él para llevar a buen puerto una escapada, llegando a trabajar en las ascensiones alpinas para sus compañeros, Majka o Kreuziger, como si no hubiera cumplido sobradamente con sus objetivos personales.
Con el adiós del Tinkoff, Sagan busca equipo para 2017 y se le relaciona con el Bora. Su ficha actual ronda los 4 millones de euros por temporada, eso garantiza también decenas de cámaras alrededor de cada uno de sus movimientos, incluyendo los caballitos sobre la línea de meta. Aunque cuando éstas se descuiden, el eslovaco aproveche la oportunidad para bajarse de la bicicleta y hacer sus necesidades en una caravana aparcada en la cuneta. Después de todo, el ciclista de moda también necesita descansar.